El largamente esperado plan de reforma en salud de China empezará a ser probado este año "en regiones seleccionadas", encaminando al país por una senda de desarrollo del servicio médico "con características chinas", dijo el ministro de Salud Pública, Chen Zhu, durante una conferencia sobre salud pública que concluyó el martes en Beijing.
"La principal tarea para este año es probar varios de los aspectos claves del recién delineado plan de reforma médica en algunas regiones seleccionadas, con el fin de acumular experiencias antes de implementarlo a nivel nacional", reveló el ministro.
Sin embargo, Chen no explicó cómo serán seleccionadas dichas regiones, y tampoco precisó cuántas serán.
El ministro presentó el perfil del citado plan, que busca ofrecer servicios básicos universales a precios razonables, en un reporte al Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional (APN), el máximo órgano legislativo del país, a finales de diciembre pasado.
"Los principios orientadores y los documentos complementarios del plan ya han tomado forma", dijo Chen, y destacó que muy pronto el gobierno empezará a solicitar las opiniones del público sobre el mismo.
Por su parte, el viceministro de Salud Pública, Gao Qiang, dijo durante la conferencia que el desarrollo del país en materia de salud "seguirá un camino con características chinas", la primera vez que el gobierno echa mano de este concepto.
"Seguir ciegamente los modelos extranjeros de reforma médica siempre desembocará en errores", aseguró Gao.
Entre los componentes básicos del proyecto se cuentan la adhesión al principio de servir a la gente, la garantía de que la instituciones de salud pública sean "sin ánimo de lucro", la suspensión de la venta de medicamentos por parte de los hospitales, un incremento de la responsabilidad y la inversión del gobierno, y la creación de una red básica de asistencia médica para toda la población, especificó el funcionario.
"El objetivo es brindar un servicio básico de cuidados médicos y salud pública seguro, efectivo, cómodo, y de bajo costo, tanto para los habitantes urbanos como para los rurales", sostuvo Gao.
Sin embargo, el nuevo plan no logró impresionar a todos los funcionarios que estaban presentes en la reunión.
Liao Xinbo, subdirector del Departamento de Salud de la meridional provincia de Guangdong, dijo que el nuevo plan "no es muy emocionante" y aún no es factible llevarlo plenamente a la práctica.
El funcionario, quien había participado en las discusiones sobre el proyecto, aseguró que a éste no se le había agregado mucho contenido nuevo. Además, dijo, algunas ideas ya se han implementado o por lo menos puesto a prueba por parte de algunas instituciones médicas, pero de la misma forma, algunas ideas que no han sido exitosas siguen contando con el respaldo de la administración.
No obstante, Liao admitió que aumentar la responsabilidad y la inversión del gobierno era la parte más interesante del nuevo proyecto, aunque, aclaró, se necesitan planes detallados y complementarios para concretar esta propuesta.
El esquema también promete "reducir gradualmente la participación de los hospitales en la venta de drogas para reducir sus costos", destacando que cualquier déficit que resulte de la apliación de esta medida podrá ser solucionado con subsidios gubernamentales "y un incremento razonable en los costos de los servicios médicos".
No han sido pocos los ciudadanos que, a través de foros de opinión en Internet, han manifestado su preocupación frente a dicho "incremento razonable", el cual consideran que se equiparará con el recorte en los costos de las medicinas, con lo que la presión económica que soporta el público no experimentará cambio alguno.
Un creciente criticismo de los ciudadanos ante los cada vez más caros servicios médicos, falta de acceso, malas relaciones doctor- paciente, y la baja cobertura del sistema de salud, llevó al gobierno central a lanzar una nueva ronda de reformas médicas.
De acuerdo con una encuesta reciente del Buró Nacional de Estadísticas sobre los factores que más molestan al público, el imparable aumento de los costos del servicio de salud se ha convertido en la preocupación más grande para los chinos.
El país puso en marcha la primera gran reforma de su sistema médico en 1992, para reemplazar otro en el que el gobierno cubría más del 90 por ciento de los gastos.
Sin embargo, los altos costos del servicio volvieron a sumir a muchos habitantes de las ciudades y los campos en la pobreza. En la actualidad hay cerca de 400 millones de personas en todo el país sin ningún tipo de cobertura en materia de salud, de acuerdo con la cartera del ramo.
El nuevo plan de reforma prometió que una primera red básica de atención médica sería establecida antes de 2010 para reducir la creciente brecha en el acceso a los servicios de salud entre los diferentes grupos sociales y regiones. Para 2020, China espera tener un sistema básico de salud que cobije a toda la población. Fin