Un proyecto que busca controlar la degradación ecológica del Río Amarillo, y que requerirá una inversión de 4.450 millones de yuanes (609 millones de dólares), ha sido puesto en marcha en una importante fuente del segundo río más largo de China, el Amarillo, en la provincia noroccidental de Gansu.
El programa, que durará hasta el 2020, busca la restauración ecológica a través de la prohibición del pastoreo y la construcción de nuevas viviendas para los granjeros que deban ser reubicados, según la comisión de desarrollo y reforma de la prefectura autónoma tibetana de Gannan.
La inversión será hecha conjuntamente entre los gobiernos central y local.
Gannan cuenta con un tramo de 433 kilómetros del Río Amarillo, y su suministro de agua llegó a ser equivalente al 50% de su corriente en la región donde se ubica su fuente.
Sin embargo, el continuo crecimiento de la población y el excesivo pastoreo han provocado la desertificación de grandes áreas en las granjas de pastizales de la región durante los últimos 30 años, lo que a su vez ha ocasionado una reducción del 25% del caudal del río.
En la zona ecológica que suministraba aguas al citado cuerpo fluvial, la cual cubría una superficie de 30.000 kilómetros cuadrados, la población ha alcanzado los 480.000 habitantes, más del doble de los que había en 1953. Igualmente, la cantidad de ganado también se duplicó durante el mismo período, y en la actualidad supera los 2,5 millones de cabezas.
Mientras tanto, la superficie pantanosa de la zona se ha reducido a 170.000 hectáreas frente a las 420.000 con las que contaba en 1980. Cerca del 90% de sus praderas se han convertido prácticamente en desiertos.
De acuerdo con la comisión, una duna de arena de 220 kilómetros de largo, que cubre una superficie de 53.000 hectáreas, ha emergido a lo largo de los bancos del tramo del río en Gannan, por lo que especialistas en el tema han advertido que la zona se convertirá en una nueva fuente de tormentas de arena si no se toman medidas a tiempo.
El Río Amarillo, de 5.464 kilómetros de largo, se origina en la provincia de Qinghai, y corre en sentido oeste-este a través de nueve provincias antes de desembocar en el mar de Baohai. Cerca del 12% de la población china depende de sus aguas.