Diez meses después de casarse, Li Lei y Wang Yang, ambos profesionales chinos de veintitantos años, decidieron que era el momento de separarse para que pudiesen pasar más tiempo con sus amantes.

Ellos firmaron los papeles de divorcio 20 minutos después de responder con un “no” a unas preguntas claves – “¿Tenéis hijos?” y “¿Existe alguna disputa sobre propiedad?”

El extraordinario crecimiento económico de China ha creado una generación de “emperadores” y “emperatrices”, los hijos de la política de planificación familiar de China ya convertidos en adultos, quienes suelen poner a sus necesidades por encima de todo.

Los expertos manifestaron que muchos de su generación no pueden mantener relaciones, resultado de ser hijos mimados, adorados por padres y abuelos que atendieron a todas sus necesidades.

“Ellos son débiles en la vinculación afectiva horizontal, al comunicarse con la misma generación,” comentó el Profesor Fucius Yunlan, un psiquiatra entrenado en EEUU que dirige sesiones de asistencia socio psicológicas en Beijing.

“Ellos suelen usar un método vertical en las relaciones horizontales.”

Con un mayor sentido de derecho, algunas de estas parejas suelen separarse rápidamente. Los consejeros indican que algunos matrimonios fracasan después de una semana o pocos meses.

 

Problemas de los ricos

El problema de los hijos únicos adultos teniendo dificultades manteniendo relaciones es particularmente fuerte entre las clases ricas.

Las cifras sobre el divorcio en algunas ciudades muestran que un tercio de los casos de divorcio implican a niños de la rica generación del “yo”.

Muchos padres se concentraron en el trabajo para construir una mejor vida mientras el país experimentaba un rápido crecimiento económico durante las últimas dos décadas, justo cuando sus hijos se convertían en adolescentes.

“Ellos ignoraron la educación emocional de sus hijos,” explicó el Profesor Fucius.

Sin embargo, en muchos casos, éstos padres compraron a sus hijos todo lo que el dinero podía comprarles, así como el peso emocional de altas expectativas para sus hijos únicos.

Lu Qingyi, un economista y un comerciante de día en el próspero mercado bursátil chino, ha ahorrado dinero para financiar un coche y un comercio para su hijo de 21 años, quien está pensando en abandonar su carrera de finanzas en Londres y abrir una cafetería en Beijing.

“De hecho, he preparado un fondo contingente por si su primer comercio fracasa,” añadió Lu. “No obstante, lo mantengo en silencio.”

 

Costumbres sexuales

Matrimonios entre la élite china suelen parecerse a la acumulación de riquezas en vez de crear relaciones, sugirieron observadores. Cuando se encuentran con una pareja con un mejor porvenir, algunas parejas como Li Lei y Wang Yang nunca pensarían en romper.

Es un estilo de vida que contrasta con la de sus padres, quienes veían al matrimonio como una obligación y el divorcio como una vergüenza.

“En esta generación, usted nunca encontrará ninguna señal de cómo nos sentimos en los viejos tiempos, los hombres no se atreverían a tocar el dedo de una mujer antes de casarse,” comentó Gary Xu, de 55 años, quien pasó su adolescencia llevando a búfalos en manada en el lejano suroeste.

En los tiempos de Xu, relaciones prematrimoniales podían causar que uno perdiese un trabajo en una fábrica estatal o fuese expulsado de una prestigiosa universidad.

El matrimonio trataba de una pareja trabajando juntos para ganarse una televisión, una bicicleta, o un frigorífico.

“Los niños de hoy comienzan su relación desde la cama,” declaró Xu. “Es una generación completamente nueva.”

Estos días, la cohabitación es algo común y el sexo extramarital está ganando aceptación. Un coche nuevo, preferentemente de una marca extranjera, y un apartamento de dos dormitorios, o al menos el pago de entrada para un nuevo apartamento, es esencial en un nuevo matrimonio entre las clases acomodadas.

Los padres también promueven la idea de casarse en la “familia adecuada” con una posición financiera estable.

“Si tú te casas a una familia rica, entonces no necesitas planear nada, ya que todo estará preparado para ti perfectamente,” declaró una secretaria, quien prefirió permanecer en anónimo.

“Será una vida cómoda. ¿Por qué deberíamos de sufrir una vida tan dura?”

“Esta generación se enfrenta a una realidad completamente diferente que la de sus padres,” explicó el Profesor Fucius. “Ellos son muy auto orientados, no orientados hacia otros, u orientados socialmente.”

Sus padres escuchaban a sus superiores, a la tradición y a lo que otras personas tenían que decir. Ellos se escuchan a sí mismos.”