El Sr. Shao Yifu (cuyo nombre en inglés es RunRun Shaw), rey de la cinematografía de Hong Kong, acaba de celebrar su cumplimiento de cien años de vida. Shao dijo que dimitiría este año del cargo de presidente administrativo de la Cía. de Televisión y Radiodifusión (TVB, siglas en inglés) de Hong Kong cuando concluyan las celebraciones de ésta. Hace poco, rebosante de espíritu y acompañado de su esposa y muchas notabilidades de Hong Kong, visitó la montaña Tianmenshan en Zhangjiajie, provincia de Hunan.
Shao nació en 1907 en Ningbo, provincia de Zhejiang. En los años 1950 relevó a su hermano mayor para ocuparse de la gestión de la empresa cinematográfica de la familia y, en marzo de 1958, estableció la Cía. Shaw Brothers (HK) Ltda. Desde entonces hasta los 1970, la compañía filmó, entre otras películas, Los amantes mariposas, La cámara occidental, El esgrimidor de un solo brazo, Los hermanos jurados con sangre y Confesiones íntimas de una cortesana, todas altamente taquilleras. De este modo, Shao convirtió a Hong Kong en el “Hollywood de Oriente”, y él mismo fue considerado líder de la época de oro del cine hongkonés.
Vale la pena mencionar que en 1971, a cuatro años de haber fundado TVB, Shao abrió el taller de trabajadores de radiodifusión, conocido también como “cuna de las estrellas de Hong Kong”. Justamente de este taller nacieron casi todos los astros del círculo de artistas hongkoneses, entre ellos las estrellas tope Yun-Fat Chow, Stephen Chow, Tony Leung, Andy Lau, Aaron Kwok y Carina Lau, así como también el prestigiado director Johnny To.
Pero TVB no durmió sobre los laureles. Bajo la conducción de Shao, produjo en sucesión las grandes telenovelas El Rund de Shanghai, La leyenda de los héroes de los cóndores, Los héroes de los cóndores y El duque del monte Ciervo, todas aplaudidas por las comunidades chinas del mundo.
En los pasados más de veinte años, Shao ha donado 3.400 millones de dólares hongkoneses al interior de China, a objeto de financiar 5.229 programas de educación y asistencia médica. Aparte de ello, copiando el modo de Premio Nobel, creó el Premio Shao Yifu, con un fondo total ya ascendido a 5.000 millones de dólares hongkoneses.