Las emisiones de los principales contaminantes en China -- dióxido de azufre y demanda química de oxígeno (DQO) -- se redujeron por primera vez en muchos años entre enero y septiembre de este año, anunció ayer un responsable de la Administración Estatal de Protección Ambiental (AEPA).
"Las emisiones de dióxido de azufre cayeron un 1,81% en los primeros tres trimestres respecto al mismo período del año pasado, y las de DQO (una medida de polución del agua) descendieron un 0,28%", comentó Zhou Shengxian, director de la AEPA.
Frente a la gran presión para frenar el deterioro de su medio ambiente, China se ha comprometido a mejorar su eficiencia energética reduciendo el consumo en un 20% por unidad del PIB (Producto Interno Bruto), junto con una reducción de 10% en los principales contaminantes, entre 2006 y 2010.
Sin embargo, el año pasado el país no logró alcanzar ni las metas de conservación de energía ni las de reducción de desechos establecidas por el gobierno. Las descargas de dióxido de azufre y DQO registraron aumentos interanuales del 1,2 y 1,8 por ciento, respectivamente, en 2006.
En junio de este año, el gobierno chino emitió un plan de trabajo sobre la conservación energética y la reducción de las descargas de contaminantes, de acuerdo con el cual, el país reduciría sus descargas de dióxido de azufre de 25,49 millones de toneladas en 2005 a 22,95 millones de toneladas en 2010, y las de DQO de 14,14 millones de toneladas a 12,73 millones de toneladas.
Zhou atribuyó la actual disminución en los dos principales contaminantes al establecimiento de más instalaciones de desulfurización en las plantas eléctricas alimentadas con carbón, al incremento de la capacidad de tratamiento de aguas residuales, y al cierre de un gran número de fábricas contaminantes.
Entre enero y septiembre se han instalado generadores eléctricos a base de carbón y con instalaciones de desulfurización con una capacidad total de 74,12 millones de kilovatios. La capacidad de tratamiento diario de aguas residuales en las ciudades aumentó en 9 millones de toneladas durante el mismo lapso, precisó Zhou.
Un total de 253 pequeñas unidades generadoras a base de carbón con una capacidad combinada de 9,03 millones de kilovatios, han sido cerradas. Las operaciones en más de 900 plantas productoras de papel fueron suspendidas para llevar a cabo trabajos de renovación o mejorar las instalaciones de procesamiento de aguas residuales, agregó.
La AEPA también intensificó su monitoreo a los violadores de las normativas para la preservación del medio ambiente.
"Hasta finales de pasado septiembre, habíamos inspeccionado a más de 690.000 empresas en todo el país y analizado a más de 10.000 casos de violación a las normas medioambientales. En total 429 personas han sido castigadas", añadió Zhou.
No obstante, un informe publicado por la AEPA con anterioridad señaló que la situación medioambiental general de China todavía es "grave", con frecuentes accidentes de contaminación que afectan a la calidad de vida de mucha gente.
El año pasado, se informó de un total de 842 accidentes de este tipo, entre ellos 482 casos de contaminación del agua y 232 de contaminación del aire.