Además de esta prueba, los trabajadores de la siderurgia Baoshan en Shanghai han logrado convertir los residuos de acero en fertilizantes. El nuevo fertilizante ha ayudado a elevar el volumen de producción de arroz en un 30%.
Entretanto, la empresa Baoshan está fabricando otros productos como el cemento y los ladrillos de colores con desechos industriales. Los especialistas sostienen que este tipo de procesos crea una situación de beneficio debido a que no solamente elimina las amenazas medioambientales sino que también representa beneficios económicos para las compañías.