Las autoridades de la ciudad de Guangzhou, capital de la provincia meridional de Guangdong, cancelaron ayer el estado de cuarentena que habían impuesto en una aldea donde un brote de gripe aviar provocó la muerte de 9.830 patos a principios del septiembre pasado.
Durante el período de observación, que se extendió hasta 21 días, no se informaron de nuevos contagios entre aves ni síntomas entre los habitantes de la aldea Sixian, distrito de Panyu.
El 17 de septiembre, el Ministerio de Agricultura confirmó que el brote se produjo debido a un subtipo del virus H5N1, que empezó a matar decenas de patos el 5 del mismo mes.
Las autoridades locales impusieron la cuarentena de forma inmediata, y ordenaron el sacrificio de 153.320 aves de corral para prevenir la propagación de la enfermedad, así como la desinfección de los lugares contaminados, y el cierre de 68 mercados ubicados en 13 kilómetros a la redonda de la zona afectada.
Las enfermedades relacionadas con los animales, entre ellas la gripe aviar, son reportadas con frecuencia durante otoño e invierno (septiembre a abril), manifestó Zhou Caixin, subdirector del departamento de agricultura de Guangzhou, añadiendo que es necesario incrementar los controles ahora que esa temporada está empezando.
El último caso anterior de gripe aviar en China se registró en mayo en la central provincia de Hunan, donde más de 11.000 aves murieron a causa de la enfermedad y otras 52.800 fueron sacrificadas.
China, el mayor productor de aves de corral, ganado, y productos acuáticos del mundo, sufre pérdidas económicas anuales de unos 40.000 millones de yuanes (5.300 millones de dólares) a causa de los brotes de enfermedades relacionadas con los animales.