Un matrimonio de la provincia meridional china de Guangdong ha dado por concluido un año de batallas para proteger su vivienda de las excavadoras del sector inmobiliario tras lograr una compensación adecuada.

La pareja, Cai Zhuxiang y Zhang Lianhao, residentes en la ciudad de Shenzhen, han rechazado dar detalles sobre la compensación recibida, aunque las especulaciones apuntan a entre 10 y 20 millones de yuanes (1,3 y 2,7 millones de dólares USA), suma extraordinariamente elevada en China.

El edificio de siete plantas propiedad de la pareja se encuentra en el seno del distrito Luohu de Shenzhen, un área que ha logrado una importante revalorización. Una foto en la página web sina.com muestra el edificio en pie rodeado de una excavación del tamaño de 63 campos de fútbol y un horizonte de modernas edificaciones.

La zona se convertirá en un centro financiero que contará con un rascacielos de 439 metros de altura, de acuerdo con la compañía constructora, Shenzhen Kingkey.

Según la prensa local, otras tres "casas clavo", término con el que se conoce en China a los edificios cuyos propietarios se niegan a abandonar ante el avance de las nuevas construcciones, continúan aún negociando las compensaciones.

Las disputas entre propietarios y constructoras es desde tiempo atrás un grave problema en el proceso de urbanización del país más poblado del planeta. A principios de abril, una pareja de la municipalidad de Chongqing logró atraer la atención de todo el planeta tras permanecer "clavada" en su vivienda hasta lograr una compensación adicional por parte de los constructores.

Los expertos consideran que esta contradicción refleja una creciente insatisfacción entre la población por la forma en que las nuevas construcciones son impulsadas y los antiguos edificios derribados.

China aprobó en marzo su nueva legislación sobre la propiedad con un importante énfasis en la protección de la propiedad privada. La nueva ley será efectiva a partir del próximo 1 de octubre. Fin