Cinco y cuarenta de la mañana. Long Yuejiao besa a su bebé, aún dormido, en la frente, recoge su bolso y sale hacia su lugar de trabajo como cada día.
Long es una de los nutrionistas encargadas del menú diario de los 14 astonautas chinos que trabajan en una villa astronáutica al noroeste de Beijing, en las afueras de la capital china.
Su trabajo consiste principalmente en diseñar y supervisar el menú de los astronautas bien para cuando entrenan en tierra o para cuando están operando en el espacio.
Vestida con una camisa a rayas blancas y negras, vaqueros con tirantes y zapatillas, Long luce más como una estudiante de posgrado que como una experta nutricionista.
Graduada de una universidad de medicina de la norteña provincia de Heilongjiang, entró a trabajar como nutricionista del programa espacial chino desde abril de 2007.
Cada vez que los cocineros están preparando los alimentos para los astronautas, ella está a su alrededor para ayudar y observar.
"Antes de empezar a trabajar aquí cocinaba muy poco. Pero ahora lo hago con fecuencia y me considero una buena cocinera, porque llevo mucho tiempo observando y aprendiendo cómo se hace la comida, " dice con orgullo.
El menú varía cada semana según la intensidad del entrenamiento de los cosmonautas, sus condiciones físicas y sus opiniones sobre el mismo.
"A veces es muy difícil elaborar un menú perfecto porque tanto la nutrición como los nuevos sabores son muy importantes", asegura Long.
De acuerdo con la nutricionista, a la mayoría de los astronautas les gusta la cocina de la provincia de Sichuan (suroeste), caracterizada por los sabores picantes, que según ellos son más apetitosos después de un pesado día de adiestramiento.
Además, cada uno tiene su propio registro de nutrición, a través del cual los nutricionistas pueden elaborar un menú personalizado para ayudarles a recuperarse de los entrenamientos pesados.
Cuando llega la hora de la comida, Long siempre se sienta al lado de los "taikonautas", nombre con el que son conocidos los astronautas chinos y que se deriva de la fonetización de los caracteres "tai kong", que significan "espacio", para preguntarles si la han disfrutado y pedirles sus opiniones con el fin de mejorar.
"Las dos cosas que más me preocupan cada día son: si a ellos les gusta la comida, y cómo está el apetito de mi hijo", concluye Long entre risas.
(06/08/2007, Agencia de Xinhua)