La mayoría de los residentes del Tíbet están satisfechos con la protección ambiental a lo largo del ferrocaril Qinghai-Tíbet, según mostró una encuesta recientemente publicada.
El estudio, realizado por la Administración Estatal de Protección Ambiental (AEPA), muestra que el 96,9% de los residentes tibetanos entrevistados están satisfechos con la protección ambiental.
La AEPA llevó a cabo la encuesta en Qinghai y Tíbet durante el año pasado en colaboración con la Academia de Ciencia Ferroviaria de China, el Instituto de Zoología de la Academia de Ciencias de China y el Centro de Supervisión MedioAmbiental del Tíbet.
Cering, un pastor de Golmud, afirmó que "el ferrocaril no ha afectado a nuestro pasto y cuenta con pasos especiales para los antílopes tibetanos y otros animales, lo que es muy bueno".
Los paisajes, lagos y tierra helada están bien preservados y la migración de la fauna se mantiene invariable, señaló un grupo de funcionarios y expertos de la AEPA y el Ministerio de Ferrocarriles tras la supervisión y contínua observación de la sección ferrovaria Golmud-Lhasa.
Zhang Tianhua, subdirector del Buró de Protección Ambiental de la región autónoma del Tíbet, destacó que "hemos establecido un sistema de supervisión ecológica a largo plazo para evaluar el medio ambiente local.
Un total de 1.500 millones de yuanes (unos 200 millones de dólares USA) han sido destinados para garantizar la protección ambiental, lo que representa un 4,6% del coste de la construcción de la línea férrea, un récord histórico en China.
La línea férea Qinghai-Tíbet tiene una longitud de 1.956 kilómetros desde Xining, capital de la provincia de Qinghai, hasta Lhasa.
(07/06/2007, Agencia de Xinhua)