Chen Hui, profesora de la ciudad de Changsha, provincia de Hunan, enviada por el Ministerio de Educación de China a EEUU para generalizar el idioma chino, permaneció en ese país durante más de cuatro meses este año. El Día de Acción de Gracias, a pesar de ser la única persona invitada, lo pasó con las tres generaciones de la familia Gates, la más rica del mundo.
Chen Hui enseñaba el chino en Saint George's School y los dos hijos de la hermana de Bill Gates estaban en su clase, por eso, Chen Hui y toda la familia de Gates llegaron a conocerse pronto. Además, la madrastra de Bill Gates se graduó con un master de la Universidad de Yale y con un doctorado de la Universidad de Princeton, sus estudios siendo el arte chino. El Día de Acción de Gracias de este año, toda la familia de Bill Gates se reunió en la casa de su hermana, e invitó con mucha hospitalidad a que Chen hui pasara la fiesta con ellos.
La casa de la hermana de Bill Gates era un edificio de madera de color marrón. En una mesa grande apoyada en la pared en el norte del salón habían seis o siete computadores portátiles como si fuera un bar de Internet. Mirando desde atrás, dos “muchachos” estaban jugando al computador. A Chen Hui no se le ocurrió que el “muchacho mayor” fuera Bill Gates.
Dos ancianos estadounidenses, los cuales eran el padre y la madrastra de Bill Gates, se levantaron del sofá en el salón con aspecto cariñoso y benévolo. El anciano alto manifestó sonriendo“Happy Thanksgiving!”, mientras que su esposa articuló en chino fluido “Bienvenida, bienvenida.” El “muchacho mayor” jugando al computador dio media vuelta y se acercó a saludar. Vestido en un T–shirt a rayas de color azul muy común, alto, con el pelo desordenado, llevando gafas grandes, con manchas en las mejillas y arrugas obvias en los rabillos del ojo, extendió la mano soriendo tímidamente y expresó “Good to have you here. Happy Thanksgiving!” Chen Hui casi no podía creer lo que vio: ese hombre era el más rico del mundo, Bill Gates. Ella le respondió“Hola, señor Bill Gates”, pero al oír esto, él negó la cabeza, agitó la mano, y comentó “no soy Bill”, señalando a su padre, “él es Bill”. Eso era porque en su casa, el anciano era Bill, y toda la familia llamaba cariñosamente a este talento Trey.
Chen Hui observó que los dos ancianos eran los mayores de la gran familia. La anciana era muy elegante, vestida en rojo vivo, lo que aumentó el ambiente festivo. Ella trabajaba en el Museo de Seattle y hablaba muy buen chino. “Antes del banquete, Bill Gates y los ancianos charlaron conmigo. El anciano se sentía orgullo por su esposa, presentó sus éxitos académicos con entusiasmo, y me contó que la tesis doctoral de la anciana era sobre el estudio del arte cerámico chino, añadiendo que había estado en Changsha y Shaoshan, provincia de Hunan. El anciano no tenía buena audición, y en muchas situaciones necesitaba que su mujer le repetiese lo dicho en voz alta. Sus hijos y nietos les respetaban mucho, llamándoles ‘Papa’ y ‘Mimi’. La anciana tenía el nombre chino ‘Nimi’.”
Bill Gates también hablaba bastante, concentrándose principalmente en temas sobre obras de caridad y las relaciones sino–estadounidenses, mencionando la visita a EEUU del presidente chino Hu Jintao en abril de este año. Chen Hui recordó que, el hombre más rico del mundo, quien no se preocupaba sobre su forma de vestir, comentó que durante los últimos años, China había progresado bastante tanto en la economía como en la sociedad y que había cambiado mucho. También añadió que el pueblo chino era extraordinario, los líderes chinos sobresalientes y que el gobierno chino era muy capaz. Si este gobierno se decidiese hacer algo se conseguiría porque tiene gran capacidad para movilizar al pueblo y los recursos sociales y económicos.
Chen Hui observó que aunque antes había visto muchos reportajes acerca de Bill Gates, cuando escuchaba de tan cerca su comentario sobre los asuntos de China, a ella le parecía que este hombre se interesaba mucho por los asuntos de China, se familiarizaba mucho con estos asuntos, y también tenía ideas originales acerca de los problemas chinos.
Antes de tomar la espléndida comida del Día de Acción de Gracias, todos los estadounidenses tenían que decir gracias. Cuando le llegó el turno a Trey, meditó un poco y añadió que agradecía a su familia por el apoyo que le habían dado.
Los platos de ese día eran sumamente copiosos. De primero había camarón y cangrejo, además de eso, hubo pavo, puré de patatas, batatas, maíz, judías y jamón asado, etc, los alimentos principales eran el queso y los bizcochos, la bebida era jugo de frutas de distintos tipos. Trey elogió que el pavo, cocinado en casa estaba bien asado.
“Después del postre, pregunté al azar, ‘Trey, ¿podemos sacar fotos juntos? ’ Aceptó muy contento. Y por mi propuesta, su esposa también participó. Por eso, ahora tengo la foto con la familia,” presentó Chen Hui, señalando alegremente a una foto.
(04/01/2007, CIIC)
