Los más recientes frutos de la investigación científica demuestran que entre 1906 y 2005, la temperatura promedio de la superficie del globo terráqueo ascendió 0,74ºC, mientras que se prevé una subida de entre 1,1ºC y 6,4ºC para finales del siglo XXI. La elevación de la temperatura promedio ocurrida desde mediados del siglo pasado se debe, princi-palmente, al aumento de la densidad en la atmósfera de los gases de efecto invernadero (que abarcan el dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso, entre otros) emitidos por las actividades humanas, tales como la quema de combustibles fósiles, el cambio de uso de la tierra.
La tendencia del cambio climático en China no varía respecto a la global. De acuerdo con los resultados de las más recientes observaciones, publicados por la Administración Meteorológica Nacional de China, la temperatura promedio de la superficie territorial de China subió 1,1ºC entre 1908 y 2007. El país vivió 21 inviernos tibios a partir de 1986, con 2007 como el año más tibio desde 1951 cuando comenzó la observación meteorológica sistemática. En los últimos 50 años, la distribución de las lluvias en China ha experimentado cambios notables pues a la vez que aumentan las precipitaciones en el oeste y el sur, disminuyen en la mayor parte del norte y el noroeste. Las altas temperaturas, la sequía, la caída vertiginosa de lluvias y otros acontecimientos climáticos extremos exhiben una tendencia de incremento de frecuencia y aumento de intensidad. En el verano se reportan altas temperaturas y olas de calor frecuentes, algunas regiones, especialmente del norte, sufren el agravamiento de la sequía, mientras aumentan las precipitaciones en el sur y las nevadas en el oeste. En los últimos 30 años, la tempera-tura marítima en el litoral chino subió 0,9ºC y la superficie del mar 90 milímetros.
Según investigaciones científicas, la tendencia del calentamiento climático se agravará en China; la frecuencia de acontecimientos climáticos extremos se incrementaría, el fenómeno del desequilibrio de las precipitaciones será cada vez más palpable, aumentaría la frecuencia de lluvias torrenciales; se ampliaría la superficie víctima de la sequía; y la superficie marítima se elevaría aún más.
La situación nacional básica de China ha hecho que el país se enfrente a enormes desafíos en el dominio del cambio climático.
–Condiciones climáticas complicadas, fragilidad en el ambiente ecológico y dura tarea de aclimatación. La mayor parte de China experimenta un clima monzónico continental y cambios de temperatura por estación relativamente fuertes en comparación con otros territorios continentales de las mismas latitudes, o sea muchos lugares son fríos en invierno y cálidos en verano, esta última estación en que las altas temperaturas constituyen un fenómeno general a nivel nacional. La distribución de las precipitaciones presenta un desequilibrio de tiempo-espacio, con mayor concentración en temporadas de crecidas y una desequilibrada distribución regional, con una reducción progresiva de las precipitaciones del litoral sureste hacia tierras adentro en el noroeste. China tiene un ambiente ecológico frágil, sufre de serias pérdidas de agua y tierra y desertización. La cobertura forestal del país es de 18,21%, equivalente tan sólo al 62% del nivel promedio mundial. Los humedales naturales son relativamente pocos. Los prados se ubican en su mayoría en tierras elevadas, frías y eriales. En el norte, las tierras herbáceas de zona templada afectadas por la sequía y el empeoramiento del ambiente ecológico enfrentan la amenaza de la degeneración y la arenización. China cuenta con una línea marítima en el litoral superior a los 18.000 kilómetros, por lo que se expone a los efectos desfavorables causados por la subida de la superficie del mar.
–Población numerosa, nivel de desarrollo económico relativamente bajo y difícil tarea de desarrollo. En 2007, la población china (sin incluir Hong Kong, Macao y Taiwán) era de 1.321 millones de personas, ocupando alrededor del 20% de la mundial. El nivel de urbanización es bastante bajo, tan sólo del 44,9% ese mismo año, nivel inferior al promedio mundial. La enorme cifra base de la población hace que el país sufra grandes presiones en la colocación de la mano de obra, pues cada año más de 10 millones de personas requieren de colocación como fuerza laboral activa en las ciudades y poblados. Mientras tanto, a medida que se promueve el proceso de urbanización, gran cantidad de campesinos se trasladan a las ciudades y poblados. Conforme a datos estadísticos del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita de China en 2007 fue de 2.461 dólares estadounidenses (USD), en el lugar 106 entre los 181 países y regiones miembros del FMI, por lo que China se mantiene en el grupo con ingresos medio-inferior. El país tiene un desarrollo económico regionalmente desequilibrado y la diferencia de ingreso entre los habitantes urbanos y rurales es elevada. La pobreza es todavía un problema en China, donde 14.790.000 habitantes rurales pobres no han superado la carencia de ropa y alimentos. Mientras tanto se contabiliza en más de 30 millones de individuos la población que acaba de superar la línea de miseria pero aún tiene ingresos bajos y no estables. China cuenta con un nivel de desarrollo científico y tecnológico bastante bajo y una capacidad de innovación independiente débil. Desarrollar la economía y mejorar las condiciones de vida del pueblo constituyen tareas apremiantes para el país.
–Debido a que China se encuentra en la etapa de desarrollo de la industrialización y su estructura energética tiene como elemento principal el carbón, resulta ardua la tarea de controlar la emisión de gases de efecto invernadero. Históricamente, la emisión de dichos gases ha sido reducida en China. De acuerdo con datos de instituciones interna-cionales, la emisión acumulada de dióxido de carbono por la quema de combustibles fósiles de China representaba alrededor del 8% mundial entre 1904 y 2004, ocupando el lugar 92 global en cuanto a la emisión per cápita. En 2004, la emisión nacional de dióxido de carbono por consumo de energía del país fue de unos 5.070 millones de toneladas. Como país en vías de desarrollo, China está lejos de cumplir con el proceso de la industrialización, la urbanización y la modernización. Con el propósito de cumplir las metas de desarrollo, la futura demanda energética experimentará crecimientos racionales, condición básica para los países en vías de desarrollo que deseen desarrollarse. Al mismo tiempo, será difícil cambiar de golpe la estructura energética que tiene el carbón como elemento principal, por lo cual China enfrenta grandes dificultades y retos en el control de la emisión de gases de efecto invernadero.