El programa espacial tripulado de China se lleva a cabo en tres etapas, que culminarán en el establecimiento de un laboratorio espacial permanente, de acuerdo con el plan de desarrollo aeroespacial del país asiático.
En la primera fase del programa, China ha lanzado naves espaciales sin tripulación y puso una misión tripulada en órbita cercana a la Tierra, además de llevar a cabo observaciones del planeta y experimentos científicos en el espacio, y traer al astronauta de vuelta a la Tierra.
El país asiático puso en marcha su primera nave espacial tripulada, la Shenzhou V, que fue puesta en órbita con el trikonauta Yang Liwei a bordo el 15 de octubre de 2003. Como estaba previsto, Yang regresó a la Tierra al día siguiente sin problemas.
El lanzamiento de la nave Shenzhou VII mañana jueves, que supondrá el primer intento del país asiático de llevar a cabo un paseo espacial, será sólo uno de los pasos que forman parte de la segunda fase del programa.
El primero fue un vuelo espacial tripulado en el que viajaban dos personas y duró más de un día, en una misión de 2005 de la Shenzhou VI.
El paseo espacial de un tripulante de la Shenzhou VII será el segundo paso, mientras que el tercero será el acoplamiento entre la cápsula y el módulo espacial. Sobre esta base, China pondrá en órbita un laboratorio espacial en el que varias personas pasarán períodos breves de tiempo y establecerán un sistema de ingeniería espacial.
En la tercera etapa, China construirá un laboratorio espacial permanente y un sistema de ingeniería espacial. Astronautas y científicos viajarán a la estación espacial para llevar a cabo experimentos científicos de gran escala.
Después de ello, los astronautas y científicos chinos desarrollarán con regularidad experimentos en el espacio, para establecer una base sólida para la utilización pacífica del espacio y la explotación de sus recursos. Fin