Los científicos brasileños han desarrollado una técnica que hace que el ratón pueda servir como productor agente del semen humano. En caso de que un hombre padezca de esterilidad que le imposibilite tener hijos, basta con proporcionar un diente, y con la asistencia del ratón, puede tener un descendiente en el sentido biológico.
La científica Ilena Kasky de San Paulo de Brasil comentó: “Nuestra investigación revela que el ratón puede ayudar al ser humano en la producción de células de semen”. Los logros de la investigación preliminar de Kasky fueron publicados en la revista científica Naturaleza.
Según Kasky, por primera vez en la historia han logrado hacer al ratón producir “semen humano”, algo considerado como un enorme avance esencial en la historia científica. En los experimentos, Kasky y sus colegas extraen primero un poco de médula dental de un diente donado por un hombre, ya que el diente contiene tejidos blandos de nervios y vasos, y la médula cuenta con ricas células germinales.
Tras extraer las células germinales de la médula dental del donante, Kasky y sus colegas la inyectan en los testículos de algunos ratones, que son matados en diferente tiempo. Luego, los investigadores examinan sus testículos para ver si las células germinales humanas sobreviven o no. El resultado es sorprendente: las células germinales humanas no solamente logran sobrevivir en los testículos de los ratones, sino que logran desarrollarse en células capaces de producir semen activo.
Si se extrae el semen humano del testículo de ratón producido por éste como agente, dicho semen es capaz de fecundar un óvulo donado. El feto fecundado puede ser transplantado teóricamente en el útero de una mujer para un embarazo de sustitución para producir un bebé. Este descubrimiento científico implica que si un hombre estéril quiere tener un hijo, solamente necesita donar un diente y firmar un documento para la producción del semen por el agente de un ratón, pudiendo de esta forma materializar su sueño de tener un descendiente consanguíneo.
Sin embargo, la técnica de la producción del semen por el agente de ratón ha suscitado una enérgica polémica ética. Algunas personas temen que el semen humano desarrollado en el testículo del ratón contenga el genoma del roedor. De esta manera, el bebé desarrollado de este tipo de semen será producto de mestizo en cierto sentido.