Unos 120.000 estudiantes de las zonas afectadas por el terremoto que el pasado 12 de mayo sacudió el suroeste de China empezaron ayer a participar en el examen nacional de ingreso a la universidad, de tres días de duración, que fue aplazado por un mes tras el devastador sismo.
De dicha cifra, unos 96.000 provienen de 45 distritos de la provincia de Sichuan, en tanto que los restantes 24.000 son originarios de 17 distritos de la vecina provincia de Gansu. Ellos representan un 1,1 por ciento del total de graduados de escuelas secundarias de segundo ciclo calificados para participar en dicho examen este año.
Cerca del 78 por ciento del total participan en el examen más importante de su vida en viviendas provisionales.
"No hablen con los estudiantes acerca del terremoto", instruye el manual para los inspectores que vigilan las aulas durante el examen.
En el Centro de Formación Changhong, en la ciudad de Mianyang (Sichuan), 935 jóvenes del distrito de Beichuan, el más afectado por el movimiento telúrico, participan en la prueba.
"A lo que se están enfrentando no es sólo al examen, sino también a las terribles memorias del terremoto", dijo uno de los inspectores.
Los inspectores de éxamen también fueron capacitados para evacuar a los estudiantes y hacerse cargo de sus papeletas de examen en caso de que ocurra un temblor.
Zhou Xinbin, funcionario del instituto provincial de educación y exámenes, destacó que por primera vez se han utilizado helicópteros para transportar las papeletas de examen a 13 centros educativos de la prefectura de Aba, en Sichuan.
"Las carreteras hacia estos lugares quedaron bloqueadas o están amenazadas por el movimiento telúrico, y tememos que puedan presentarse derrumbes durante el transporte de las papeletas de examen", admitió Zhou.
Cuatro helicópteros llevaron a bordo 4.000 juegos de papeletas de examen a las citadas áreas, y efectivos de la policía armada cuidaron de éstas hasta el comienzo del examen.
El Ministerio de Educación otorgó a las zonas azotadas por el temblor un dos por ciento más de plazas con respecto a las originalmente asignadas, y ha instado a los más de 1.000 centros de enseñanza superior del país a aumentar sus cuotas de matriculación para los alumnos procedentes de la región afectada por el seísmo.