El pequeño paso al salir de la nave de Zhai Zhigang, primer chino en realizar un paseo espacial, supone un gran paso adelante para la exploración espacial del país.
El taikonauta, de 42 años de edad, se aventuró a salir de la nave espacial Shenzhou VII, que se encuentra en la órbita de la Tierra, a las 16:43 de hoy sábado, convirtiéndose así en el primer chino que ha dejado "una huella en el universo".
Millones de chinos siguieron su hazaña por televisión, quizá sin saber quien es Alexei Lenov, el primer ser humano que logró caminar por el espacio en 1965, o Neil Armstrong, el primero en pisar la Luna en 1969. No obstante, siempre recordarán al primer chino que paseó por el espacio.
Otro avance importante para el programa espacial del país asiático es el hecho de convertirse en la tercera nación que ha demostrado ser capaz de realizar una caminata espacial, después de Estadaos Unidos y Rusia.
El éxito de esta actividad extravehicular supone un considerable acercamiento al objetivo de establecer un laboratorio, y quizá hasta una estación en el espacio, que otorgarán a China más responsabilidad en el uso pacífico de los recursos espaciales por parte de la humanidad.
Desde un punto de vista simbólico, la misión espacial ha inyectado optimismo en un año lleno de incidentes, entre los que destacan las fuertes tormentas de nieve en enero y el devastador terremoto de mayo, y es una fuente de orgullo y alegría para el pueblo chino, tras la clausura de las Olimpiadas.
Sin embargo, el país también debe fijarse en la distancia con Estados Unidos y Rusia, que llevaron a cabo sus respectivas misiones espaciales décadas atrás, en comparación con los cuales el programa espacial de China está en sus principios y acaba de dar sus primeros pasos.
Desde la antigüedad, el espacio es una fuente de inspiración para los artistas, que han creado numerosos poemas y pinturas rupestres a lo largo de la historia. Una leyenda china dice que el primer astronauta fue un funcionario gubernamental de la dinastía Ming (1368-1644) que se ató a una "nave espacial" primitiva construida con una silla, dos cometas y 47 mechas de pólvora.
El sueño chino de viajar al espacio se ha hecho realidad hoy sábado, en una China moderna, con el respaldo de una sólida economía.
Puesto en marcha en 1971, el primer programa espacial tripulado de China, denominado Shuguang I ("alba" en chino) tuvo que ser suspendido cinco años más adelante, debido a la escasez de fondos y al bajo desarrollo tecnológico.
El proyecto fue reactivado en 1986 como parte del "Programa 863", una iniciativa patrocinada por el Estado, con el fin de apoyar el desarrollo de las tecnologías avanzadas en diversos ámbitos. Este mismo año, tras siete años de reforma y apertura, la producción nacional excedió el billón de yuanes, causando profundos cambios en el país que permitieron continuar apoyando la exploración espacial.
A diferencia de la carrera espacial de los años de la guerra fría, China aspira a explorar y hacer uso pacífico del espacio, sin intenciones de rivalidad.
También se distingue de los demás países en los grandes avances que ha aportado con cada proyecto, que no son una simple repetición de misiones ya cumplidas.
En 1998 se estableció el primer grupo de 14 astronautas, y el primer vuelo espacial tripulado se lanzó en 2003, durante el cual Yang Liwei permaneció en el espacio 21 horas. La siguiente misión transportó al espacio a los dos taikonautas Fei Junlong y Nie Haisheng, cuya misión duró cinco días.
En retrospectiva, la primera caminata espacial de China fue realizada con un espíritu de inovación; el traje espacial Feitian que llevó Zhai durante el paseo fue diseñado y fabricado por científicos chinos, y la complejidad de las tecnologías que han permitido concluir con éxito la misión han demostrado el impresionante avance técnico de la nación. La precisión, la creatividad y la dedicación de aquellos que han hecho realidad este sueño son un ejemplo a seguir para todos los chinos.
Alrededor de cinco décadas atrás, cuando Qian Xuesen, padre de la tecnología espacial de China, regresó a la patria desde Estados Unidos, casi nadie había visto un cohete con sus propios ojos, ni en sueños se pensaba que sería posible llegar a construir uno. Sin embargo, años más tarde, China se ha colocado al frente de los avances en la tecnología espacial y tiene previsto avanzar aún más en el futuro.