El astronauta chino Zhai Zhigang salió en la tarde de hoy sábado del módulo orbital de la nave espacial Shenzhou VII para realizar la primera caminata espacial de su país.
"Shenzhou VII está en el espacio exterior. Me siento bien y envío un saludo al pueblo chino y a los pueblos de todo el mundo", dijo el astronauta de 42 años al Centro de Control Espacial de Beijing, donde el presidente Hu Jintao seguía atentamente el procedimiento en compañía de varios de los científicos espaciales más destacados del país.
Vestido con un traje fabricado por China a un costo de cuatro millones de dólares, Zhai saludó a una cámara instalada sobre el módulo al salir de la cápsula, a las 16:43 horas (08:43 GMT), según se vio en los monitores de vídeo del centro.
Zhai, nacido en el noreste del país en el seno de una familia pobre, y quien cumplirá 42 años en octubre, se desempeñaba como piloto de la fuerza aérea antes de incorporarse al programa de vuelo espacial tripulado.
Pocos minutos después de que Zhai emergiera de la cápsula, su compañero Liu Boming sacó parte de su cuerpo a través de la escotilla y le entregó una bandera nacional de China, la cual éste agitó frente a la cámara. El tercer miembro de la tripulación, Jing Haipeng, permaneció dentro del módulo de entrada para controlar la nave y monitorear todos los instrumentos.
Las pantallas de video del centro de control en tierra mostraron a Zhai moviéndose lentamente hacia un recipiente con muestras de lubricantes sólidos que había sido fijado a la superficie del módulo orbital. El astronauta tomó la muestra y la pasó a Liu, quien permanecía en el módulo siguiendo de cerca sus movimientos.
El lubricante sólido es ampliamente utilizado en el vehículo. Las muestras de prueba transportadas por Shenzhou VII incluyen 11 tipos de lubricantes sólidos. Los científicos chinos esperan mejorar las propiedades y la vida útil de los materiales a través de investigaciones científicas.
Posteriormente, Zhai, quien cuando era un joven ya soñaba con volar al espacio, comenzó la parte esencial de la misión, la caminata espacial.
El taikonauta, "atado" a la nave con dos cables de seguridad y un largo "cordón" a través del cual recibía oxígeno y se comunicaba con sus compañeros y el centro de control, caminó lentamente a lo largo de una "ruta" marcada con pasamanos para facilitar sus movimientos sobre el módulo orbital.
Zhai "caminó paso a paso", fijando primero los ganchos de cada uno de los cables de sujeción a los rieles, en un evento que fue observado en directo por millones de ciudadanos chinos que, conteniendo la respiración, se agolparon ante varias pantallas gigantes que fueron colocadas especialmente para la ocasión en determinados puntos de varias ciudades, y aplaudieron y celebraron ruidosamente cada momento clave de la actividad.
Dieciséis minutos después de salir al espacio, Zhai retornó al módulo, marcando el final del exitoso primer intento de caminata espacial por parte de China.
La concreción sin inconvenientes de la caminata espacial de China, tecnología necesaria para el establecimiento de una estación espacial, convirtió al país asiático en el tercero en manejar la tecnología extravehícular, tras Estados Unidos y Rusia.
Después de que el personal en tierra verificó que no había fugas, Zhai y Liu apagaron la válvula de despresurización y empezaron a presurizar nuevamente el módulo orbital. Asimismo, ajustaron sus trajes espaciales a las condiciones del interior de la cápsula.
La nave Shenzhou VII despegó a las 21:10 horas del jueves desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan, en el noroeste del país, y aterrizará mañana domingo en la región autónoma de Mogonia Interior, en el norte de China.