La actividad extravehicular que realizarán los taikonautas chinos será la misión más dura que hayan enfrentado alguna vez, dijo hoy un experto en la materia.
La caminata espacial, de unos 30 minutos de duración, y que es sin duda la parte más importante de la tercera misión espacial tripulada de China, empezará a las 16:30 horas del sábado, precisó Wang Zhaoyao, portavoz del programa espacial tripulado del país asiático, durante una conferencia de prensa llevada a cabo en Beijing.
Los taikonautas realizarán una serie de movimientos que, aunque fáciles en la tierra, resultan difíciles en el espacio, dijo Wu Bin, especialista del Centro de Investigación y Capacitación de Taikonautas de China.
Es muy probable que Zhai Zhigang, comandante en jefe y taikonauta número uno de la misión, sea el designado para salir de la nave, en cuyo exterior fue fijado antes del despegue un recipiente con lubricante sólido que Zhai deberá llevar consigo de vuelta cuando regrese a la cápsula.
La parte más difícil de la tarea será caminar en el exterior del módulo orbital, lo que hará con la ayuda de dos cables de seguridad.
"De hecho, más que caminar, lo que hará es desplazarse flotando en el espacio", precisó Wu.
Dos pasamanos en la superficie del vehículo ayudarán al taikonauta a moverse, y éste debe asegurarse de que ambos cables estén sujetos a los pasamanos antes de hacer cada uno de los movimientos para avanzar, explicó el especialista.
"La misión Shenzhou VII marca un hito histórico en el programa espacial tripulado de China, y estamos dispuestos a enfrentar este desafío", sostuvo Zhai el miércoles en una conferencia de prensa en el Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan, en el noroeste del país.
Zhai y sus dos compañeros fueron seleccionados entre un grupo de 14 taikonautas que fue conformado en 1998.
La tripulación tiene que hacer gran cantidad de preparativos antes de intentar la caminata espacial. Primero, el elegido deberá ponerse en el traje para la actividad extravehicular, de 120 kilogramos de peso, lo que tomará varias horas, comentó Wu.
Los dos trajes espaciales iban fijados a la pared del módulo en piezas cuando éste despegó. Los taikonautas deben ensamblarlos a bordo.
Zhai y Liu Boming, uno de sus compañeros, iniciaron la tarea alrededor de las 10:00 horas de hoy, y el proceso requerirá en total de más de diez horas. Es la primera vez que lo hacen en ausencia de gravedad, ya que es imposible reproducir dicha condición en tierra.
"Es una tarea delicada y agotadora", aseguró el experto.
En los siguientes 100 minutos, Zhai y Liu, ya con los trajes puestos, ensayarán lo que el seleccionado para salir deberá hacer durante la riesgosa actividad.
El módulo orbital será separado del módulo de re-entrada antes de la caminata, puesto que actuará como una esclusa de aire entre la nave y el espacio.
Según Wu, otro movimiento complicado es la apertura de la puerta que da al exterior del vehículo.
El taikonauta deberá desasegurar la portezuela y fijar una cubierta protectora sobre el marco para evitar que el traje sufra golpes, abolladuras o perforaciones durante la salida o el reingreso. "Lo más difícil es que tiene que hacer todo esto con una sola mano, pues con la otra estará sujetándose, y además, no debemos olvidar que lo hará metido entre un traje muy grande e incómodo, realmente es una labor muy exigente", aseguró el vocero.
Cuando entrenaron en Tierra bajo condiciones simuladas de gravedad reducida, los taikonautas lograron abrir la puerta en menos de un minuto, pero los controladores son concientes de que el ejercicio puede tomar mucho más tiempo en el espacio. "No les fijamos un límite de tiempo", aclaró.
Una vez haya terminado la caminata, el taikonauta empezará un proceso inverso, es decir que entrará en el módulo con los pies por delante y asegurará la puerta. Después de que se haya restablecido la presión del aire hasta el nivel que tiene el habitáculo, los dos tripulantes podrán despojarse de los trajes, concluyó Wu.