Una ciudad pasa de los metales a las mascotas

Los criadores eligen sementales de calidad en una base  de cría en Anshan, 25 de octubre. HUA YUHAN/DIARIO DE CHINA

Al principio, Han Zongli se enfocó en perros de raza pura pequinés y maltés. «Era bastante rentable», afirmó. «Un cachorro se podía vender por 30 000 yuanes».

En los últimos años, ha optado por los yorkshire terriers y otras razas muy populares, con salidas de 30 a 50 cachorros al día.

En la actualidad, Han dirige dos centros de crianza de más de 1000 metros cuadrados cada uno, con casi 100 canes.

Shang Xuefeng, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Mascotas de Anshan y fundador de una empresa local de mascotas, también es parte de esta tendencia en alza. En sus inicios, Shang se centró en la crianza y venta de perros, pero en los últimos años se ha decantado por los gatos.

Con 17 años a cuestas, la compañía cuenta con casi 500 gatos «Golden Plus White Series Munchkin». En 2024, tuvo más de 2000 ejemplares de esta raza, ocupando el primer lugar en el país en cuanto a su número.

Aprovechando oportunidades

Desde la década de 1980, la cría de mascotas, especialmente de perros ha evolucionado en la percepción pública. En aquel entonces, no se consideraba respetable, apuntó Han. Era una actividad «poco profesional» y vista como un pasatiempo frívolo o perezoso. «Hoy en día, la cría de perros es un oficio serio y un motivo de orgullo, una verdadera profesión».

Sin embargo, la industria no solo es local, su expansión internacional avanza a paso firme.

Así los descendientes de bulldogs franceses criados en Anshan se venden en Corea del Sur y Estados Unidos, mientras que otras razas llegan a los hogares rusos.

Han cree en el potencial del rubro y alienta a los jóvenes de la localidad a aprovechar las oportunidades disponibles. «Espero que los jóvenes desarrollen esta cadena industrial y ayuden a Anshan a crear su propia marca de comida para perros, así como a incursionar en la fabricación de suministros afines, como jaulas para perros», opinó.