7. 10.000 a.C. (2008), de Roland Emmerich

La película en sí es el paradigma de los anacronismos. Habría que pensar por dónde empezar: en el año 10.000 no había ni mastodontes ni dientes de sable, los caballos no serían domesticados hasta muchísimo tiempo más tarde, los hombres de la época no sabían forjar el metal, la primera pirámide no sería construida hasta mucho tiempo después…