Tahití, con apenas un jugador profesional en su plantilla (Marama Vahiura), intentó hacer su partido y fue en busca de un honorífico gol durante todo el encuentro.

El claro dominio español apenas tardó cuatro minutos en plasmarse en el marcador.

Una gran pared en la banda izquierda entre Torres y Mata sirvió para que el primero, entrando en carrera desde la banda hasta dentro del área, batiera a Mikael Roche, con un disparo raso, aprovechando además la mala colocación del portero tahitiano.

Pero la goleada se hizo esperar. Con un público entregado a su favor, Tahití aguantó a España hasta la media hora, cuando ésta le encajó tres goles en apenas 9 minutos.

La velocidad de Torres en ataque y la calidad de los españoles hicieron la diferencia, ante un equipo que, pese a su inferioridad, no se escondió en ningún momento y buscó siempre la portería contraria, liderado por Vahirua, su mejor jugador.