Nos damos cuenta de que se trata de una comida típica de Shanghai, las bandejas de platos preparados nos recuerdan a la comida de Shanghai de Ashfield en Sydney. El restaurante es limpísimo y regentado por un alegre ejército de señores y señoras. Al vernos entrar por primera vez no estaban muy seguros de nosotros, pero la segunda ya fuimos saludados como familiares lejanos.