Él ha planteado cuatro terapias integrales para el cáncer: la de medicamentos; la psíquica; la asistencia (en especial la necesidad de reforzar el concepto de la terapia dietética). El profesor Chen sabe adoptar unos métodos de preparación de sopa, que gustan a los cantoneses, para mejorar la nutrición y la capacidad funcional de los pacientes; y la física, que consiste en estimular a los pacientes a hacer ejercicios apropiados.
El profesor Chen manifiesta que la medicina tradicional china tiene un gran efecto de tratamiento complementario para el cáncer. Para los pacientes con un cáncer avanzado y una constitución física débil que no pueden someterse a la operación y la quimioterapia, esta medicina desempeña un mayor papel de tratamiento.