En 1996, un hombre indonesio fue diagnosticado con cáncer en el lóbulo superior del pulmón derecho, los médicos del país creían difícil realizar la operación debido a la proximidad del tumor al corazón y estimaron que él sólo pudiera vivir menos de medio año más. No tuvo más remedio, el hombre vino a Guangzhou para recurrir a la medicina tradicional china, poniendo su única esperanza en ésta.