El Tottenham ha conseguido su clasificación para los cuartos de final de la Liga de Campeones después de empatar sin goles ante el AC Milan en el partido de vuelta disputado en White Hart Lane, haciendo valer la victoria por la mínima cosechada en Italia gracias al solitario gol de Crouch.
El partido fue espeso, falto de ocasiones claras y los lombardos merecieron más durante el primer tiempo, en el que reclamaron un ''gol fantasma'' tras remate de Robinho. Después del descanso, los locales reaccionaron y supieron sujetar a los visitantes, faltos de juego en el centro del campo y en el que sus individuales no pudieron decidir.
Sobre la alfombra del estadio londinense no se vio el mejor de los encuentros, más allá de la emoción y la incertidumbre que siempre tienen estas citas tan decisivas. La estrella local, Gareth Bale, no fue titular, pero tuvo 25 minutos en los que demostró algo de su enorme calidad, aunque no tuviera demasiada trascendencia en el juego de los suyos.