El monasterio de Samye es famoso por el característico arte de sus edificios y por los vívidos murales, así como por las numerosas reliquias que se guardan en ellos.
El salón Wuzi, de tres pisos, es el alma del monasterio. Su diseño es muy especial, ya que cada uno de los pisos que lo componen tiene un estilo diferente, siendo el inferior de estilo tibetano, el central de estilo Han y el superior de estilo indio. De ahí que el monasterio también sea conocido por el nombre del “templo de los tres estilos”. Además, el salón alberga muchos murales de gran valor. En el pórtico del segundo piso se hallan inscritos los famosos “Registros Históricos Pintados“ del Tíbet, ocupando una longitud de 9,2 metros y que narra la historia religiosa del Tíbet así como muchas otras leyendas relacionadas. Además, los murales describiendo los “'Registros Históricos del Monasterio de Samye“ y la “Biografía de Padmasambhava” en los otros dos pisos son también de gran valor estético e histórico.
El salón cuenta además con cuatro entradas. La puerta este lleva a la entrada principal. En frente de esta puerta hay un salón que originariamente tenía nueve pisos de altura, pero del que sólo permanecen tres. El 5 de enero y el 16 de mayo del calendario tibetano, el gran bordado de Sakyamuni es colgado en este lugar para ser homenajeado por los devotos. Por eso, el salón se conoce también por el nombre de “Zhanfo Dian” (El Salón del Buda Extendido). Hay en él además una antigua estela y una campana que data de la dinastía Tang (618-907), así como una pareja de leones de piedra. En la estela, pueden leerse los edictos de Trisong Detsen según los cuales el budismo se convirtió en la religión oficial del estado tibetano en 779. La campana, por su parte, fue la primera que se fabricó en la historia del Tíbet y se dice que conmemora a la tercera concubina de Detsen, que lideró a 30 mujeres de la aristocracia a renunciar al mundo y convertirse en el primer grupo de monjas del Tíbet.