La experiencia de la cuarentena en China no estuvo tan mal para muchos de los 136 pasajeros mexicanos que llegaron ayer por la mañana al país en un avión fletado por el gobierno de México para traerlos de vuelta a casa. Todos ellos coincidieron en calificar de comprensible las precauciones tomadas por las autoridades chinas.

En entrevista con Xinhua, muchos de los mexicanos repatriados califican de "adecuadas" las medidas preventivas que adopta el gobierno chino y se negaron haber sentido "discriminados".

Es el caso de Roberto Arcaute, un artista contemporáneo que se mudó en 2007 a China, país donde realiza ahora gran parte de su obra, el cual comentó a la agencia que "me trataron muy bien", y que las medidas tomadas por el gobierno de aquel país hacia los mexicanos fueron "sólo una medida de precaución y de ningún modo discriminatoria".

El mexicano de 33 años, que ha expuesto su obra plástica y audiovisual en distintas partes del mundo, relató a Xinhua su travesía para volver a México después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) elevara a la fase cinco su nivel de alerta por una pandemia de influenza humana diciendo: "yo estaba en Tailandia y Camboya haciendo unas esculturas de platón, llegué a China el día 25 y ahí me enteré del caso del mexicano que estaba infectado en Hong Kong, entonces entendí que se tomarían medidas también con nosotros".

Unos minutos después de bajar del avión y salir por la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México, el artista señaló que al llegar a Beijing se comunicó con la embajada de México en esa ciudad, donde le informaron de que el gobierno mexicano enviaría un avión para recoger a los ciudadanos que quisieran volver a su país. Arcaute explicó que "en la embajada me dijeron que estaban realizando un viaje extraordinario porque mucha gente estaba en cuarentena, después de eso me inscribí en la lista de solicitantes y casi en la madrugada me dijeron que podría volver a México".

Sobre las condiciones de su cuarentena, explicó que "me trataron muy bien, estuve en un hotel, y lo que fue un poco aparatoso fue el traslado porque a todos nos pusieron trajes muy herméticos, para cumplir con todas las medidas sanitarias, pero bien".

Ya en el avión, al hacer la escala en Hong Kong, la última antes de partir a México, Arcaute recordó que " en el avión hubo algo de desinformación porque comenzaron los rumores, que decían que la gente que subiría en Hong Kong estaba infectada, porque fueron los que viajaron con el ciudadano mexicano que presentó el caso". Él y otros pasajeros coincidieron en que sintieron el mismo temor que pudieron sentir las autoridades chinas hacia ellos por ser originarios del país en el que surgió la epidemia, y donde el virus ha matado hasta hoy a 42 personas.

María Lourdes Castañeda, otra de las mexicanas afectadas que había viajado con su esposo Marco Saldivar a Hong Kong para participar en una feria de muestras textiles, explica que "cuando se subieron los de Hong Kong nosotros pensamos que ellos eran los contagiados y que nos iban a contagiar y ellos pensaron lo mismo. La tripulación nos pidió que les dejáramos el espacio de atrás, pero entre nosotros había personas no querían que se subieran por el temor a que nos contagiaran", y que entendía a las autoridades chinas y el cuidado que tuvieron con ellos después de lo vivido durante el SARS en 2003, declarando que "el miedo es entendible después de lo que vivieron ellos entonces".

Otros testimonios, como el de Normal Alcaraz, coincidieron que "fue más aparatoso lo que apareció en los medios" y resaltaron el excelente trabajo de la embajada de México en China.

El empresario Alfredo Hakim, quien estaba en Shanghai de tránsito a Tailandia, señaló por su parte que el problema que hubo "fue de comunicación", pero que siempre fueron tratados de buena manera. Hakim manifestó sobre la actitud de su gobierno que "me gustaría pedirle al gobierno mexicano que tomara más atención en lo que sucede adentro del país antes de culpar a gobiernos extranjeros, ojala tuvieran para nosotros el mismo cuidado que tuvieron los chinos para evitar el contagio".

Los relatos de los mexicanos en cuarentena en China son muchos, y las opiniones dispares, ya que mientras que algunos consideran las medidas correctas y tomaron todo el proceso como una anécdota en su vida, otros se sintieron discriminados.

Sin embargo, la mayoría de los casos entrevistados negaron que fuera un asunto personal por ser mexicanos, sino que se trató simplemente de una medida preventiva comprensible, y prometieron volver a China, elogiando la labor de la embajada de su país en China. Todos han negado con sorpresa la versión de algunos medios de comunicación locales, los cuales llevan días hablando de presuntos "maltratos" a sus connacionales durante el periodo de cuarentena.

Las medidas adoptadas, que se hallan detalladas en el protocolo de actuación de la OMS en casos de epidemia, consisten según el Ministerio de Salud Pública chino en hospitalizar y mantener aislados a todos aquellos que presenten síntomas de la gripe, así como a las personas que hayan estado en contacto con ellos, mientras reciben el tratamiento médico adecuado.