Mandala dorado con incrustación de turquesas
Dinastía Qing
14.8 cm de altura y 32.4 cm de diámetro.
Los mandalas budistas son representaciones sagradas del universo, y son utilizados tanto para la meditación como en rituales y en arquitectura. Minuciosamente dorado e incrustado con turquesas, este mandala representa un preciado y raro tesoro. En 1652, el quinto Dalai Lama lo ofreció como regalo al emperador Shunzhi (1638-1661), para simbolizar el estrecho vínculo político entre la Dinastía Qing y el Tíbet.