El Festival de Primavera es la época en que China se convierte en algo más chino aún; muchos de los extranjeros que habitan en este país se unen al espíritu de los tiempos.

 

Residentes chinos y extranjeros elaboran los tradicionales Jiaozi durante una celebración con motivo del Año Nuevo Lunar en el distrito de Chaoyang en Beijing. Enero 20.

Para la familia de la estadounidense Tammy Fitters, el espíritu del año nuevo chino significa hacer una cooperación con sus vecinos para comprar la carga de un camión lleno de fuegos artificiales; vestirse con las ropas tradicionales y disfrutar del banquete de año nuevo.

“Tratamos de pasar las fiestas de la manera más tradicional posible. Eso es lo que nos encanta de vivir en el extranjero – tomas la mejores cosas del país en el que vives”, comentó Fitters, enfermera de la Beijing International School.

La familia pasó tres años en Taiwán – donde según Fitters el festival “es más como una fiesta” – antes de venir a residir en Beijing.

“Se trata de estar con la familia. Cuando estás lejos de casa, tus amigos se convierten en tu familia”, explicó. “Salgo con muchos amigos súper locochones, y buscamos cualquier pretexto para disfrazarnos”.

Sus hijos, Nolas de 8 años y Ethan de 12, también creen que para los extranjeros es mejor pasar las fiestas con los amigos. “Me encanta que vengan nuestros amigos, porque nuestros familiares no están en China”, comentó Nolan.