El 9 de diciembre, en la ciudad occidental polaca de Poznam, un delegado a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático contempla esculturas de hielo de forma humana colocadas frente a la entrada del evento. En estas esculturas de hielo están incrustadas consignas que exhortan a la gente a dejar de destruir el medio ambiente y a dedicarse a la causa de la protección medioambiental.