La segunda fase fue el resurgimiento en las áreas ricas después de comenzar el siglo XXI. Los obreros-campesinos renovaron sus templos ancestrales y reeditaron sus registros de familia genealógica con el dinero que ganaron en las ciudades, el cual ofreció una base substancial para el resurgimiento de la cultura civil. Al mismo tiempo, la vida cultural tradicional también ayudó a aliviar el ritmo rápido de la vida moderna.

El resurgimiento y desarrollo de la cultura folclórica también ha sido fomentado por las fuerzas del gobierno y los civiles.

Además del gobierno, la industria cultural y turística también son muy importantes. En primer lugar, debido a que la demanda de artesanías tradicionales aumentó mientras entraban en el mercado, la producción casera tradicional tiene dificultades para satisfacer la demanda; por lo que la contratación de más mano de obra para expandir la producción se convierte en algo necesario, lo cual afecta a la transmisión de técnicas antiguas.

Afectados por el exotismo de la cultura, la cultura de las nacionalidades de minoría empieza a convertirse en un arte apreciado por los turistas. Para satisfacer la necesidad de los turistas, la gente local convierten sus costumbres folclóricas en grandes actuaciones, muchas veces desobedeciendo las normas culturales tradicionales.