Flanqueado por montañas en tres de sus partes y abierto a la ciudad en la cuarta, el lago se caracteriza por la belleza del agua, de las montañas y de los jardines. Desde el lago se vislumbran por entre la niebla y las nubes de las montañas cuevas misteriosas y fuentes famosas, como la Fuente del Tigre, el Pozo del Dragón y la Fuente de Jade. En el bosque que se extiende junto al lago se apiñan algunas reliquias, como el Monasterio de Lingyin, el Monasterio de Jingsi, el Templo de Yuefei y la Pagoda de las Seis Armonías. La Colina Solitaria, el mayor islote del lago, está conectada con el dique de Bai Juyi; en el lago hay además tres construcciones artificiales: la luna reflejada en tres pilones, el quiosco lacustre del centro y el asiento del viejo Ruan. Cabe mencionar asimismo los jardines, hermosos durante las cuatro estaciones, cuyos nombres también tienen cierto sentido poético: la Brisa Mece los Lotos de Chuyuan, el Puerto de Flores y la Fiesta de los Peces, el Oleaje de los Sauces y el Canto de las Oropéndolas, etc.