La Exposición Internacional de Zaragoza cerró ayer sus puertas tras 93 días de intensa actividad, durante los cuales 5,5 millones de visitantes acudieron a las instalaciones de 25 hectáreas junto al río Ebro, en el noreste del país.

La muestra, celebrada bajo el lema "Agua y desarrollo sostenible", se clausuró anoche con un acto presidido por los reyes Juan Carlos y Sofía de España, por el presidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, por el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, y por el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch.

Durante la clausura el rey Juan Carlos dijo que este tipo de actos deben animar a la realización de nuevos proyectos para construir una España mejor.

"Zaragoza se ha convertido durante estos meses en verdadera capital mundial del agua", señaló.

El monarca aseguró que la exposición de la ciudad aragonesa se cierra "con la gran satisfacción y el orgullo de haber permitido a España presentarse de nuevo ante el mundo como un gran país moderno y dinámico, con probada capacidad organizativa".

El presidente del Gobierno español se comprometió por su parte a ejecutar las recomendaciones de la Carta de Zaragoza, legado intelectual de la Exposición Internacional en torno al uso sostenible del agua, tema sobre el cual debatieron más de 2.000 expertos.

La Carta de Zaragoza reconoce el acceso al agua potable y al saneamiento como un derecho humano que debe ser garantizado por los poderes públicos, y aboga por crear una Agencia Mundial del Agua que articule un marco normativo internacional.

Según el documento, el acceso al agua potable y al saneamiento es un derecho humano y advierte que la sostenibilidad de la producción de alimentos depende del uso eficiente de este elemento.

La Carta de Zaragoza, que se encomendará a la Secretaría General de la ONU, a la Oficina Internacional de las Exposiciones y al Gobierno de España para impulsar sus recomendaciones, proclama en su último punto que "los ciudadanos asuman que el agua es, además de un recurso de uso humano, un patrimonio de todos los seres vivos".

La mayor fiesta del agua en la tierra se inauguró el 14 de junio pasado con una gran oferta cultural y recreativa.

En el recinto se instalaron 140 pabellones, en los cuales se acogieron a los representantes 105 países, las comunidades autónomas españolas y organismos internacionales.

Más de 4,500 espectáculos de teatro música y danza desfilaron por las 25 hectáreas del recinto, a las cuales se añadieron las 120 hectáreas del Parque del Agua, ubicado junto al río Ebro.

Durante el acto de clausura la ciudad sudcoreana de Yeosu recibió "el testigo" (constancia) para realizar la próxima Exposición Internacional que se celebrará en 2012.