Esta lamasería, situada en las afueras de Lhasa, capital del Tíbet, se reabrió al público por primera vez desde los incidentes del pasado 14 de marzo.
El número de turistas en el Tíbet se redujo drásticamente después de los incidentes violentos de marzo, pero el alcalde de Lhasa, Doje Cezhug, destacó que el gobierno municipal promete convertir el festival en un evento para la promoción del turismo y del comercio de la región.
"Shoton se ha convertido en una plataforma para mostrar la civilización y la cultura tibetanas al mundo", indicó Doje.