El alcalde de Sao Paulo, Fernando Haddad, y el presidente del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), Rui Falcao, también participaron del acto, en el que finalmente no estuvo el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien alegó problemas de voz.

Por su parte, varios políticos de la oposición formaron parte de los actos organizados por la Fuerza Sindical, favorable a la destitución de la presidenta, mientras que la Conlutas, que pide nuevas elecciones, se manifestó en la céntrica Avenida Paulista, en el corazón financiero de Sao Paulo.

En Río de Janeiro, el Frente Popular Brasil, que reúne entidades de izquierda, hizo un acto de protesta contra la posible destitución de Rousseff en el Parque de Flamengo, en la zona sur de la ciudad, con cerca de mil personas.

En Belo Horizonte (capital de Minas Gerais, sureste de Brasil) hubo enfrentamientos entre personas contrarias al proceso contra Rousseff y favorables al diputado ultraderechista Jair Bolsonaro, que terminaron con una persona detenida.