Miles de personas salieron a las calles de las principales ciudades de Brasil para conmemorar el Día del Trabajador, en unos actos que se convirtieron en su mayoría en manifestaciones en contra del proceso de destitución al que se enfrenta la presidenta Dilma Rousseff.

Las manifestaciones se registraron en 16 de los 27 estados del país, convocadas por la Central Única de Trabajadores (CUT), la Força Sindical y la Conlutas, las principales organizaciones sindicalistas de Brasil, bajo el lema 'Democracia + Derecho'.

La ciudad de Sao Paulo, mayor urbe brasileña, fue la que reunió a más personas en sus calles (unas 100.000) en tres manifestaciones distintas, marcadas por la situación política en el país.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, participó en la manifestación organizada por la CUT, entidad contraria a la destitución de la mandataria.