“Toca al Gobierno de España y al Eurogrupo decidir cuándo” siguen este programa. El BCE ha ofrecido la posibilidad de que su intervención sea con carácter preventivo, de modo que los requisitos serían menos estrictos, aunque matizó que si Madrid pide el rescate y luego deja de cumplir con sus obligaciones, el programa, obviamente, se interrumpiría.
“La adhesión de los Gobiernos a sus compromisos y la intervención de los mecanismos de rescate son condiciones necesarias. Para restaurar la confianza, los políticos deben seguir con gran determinación con la consolidación fiscal, las reformas estructurales y la reforma de las instituciones europeas”, agregó.
Una vez conocida la posición del BCE, el Gobierno de España informó que está decidido a actuar con calma y “prudencia” antes de decidir si solicita esa ayuda financiera y aseguró que estudiará el plan de compra de deuda y sus posibles consecuencias para el país y para el euro antes de dar algún paso.
Por su parte, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, no tardó en dar su apoyo a la iniciativa del BCE y confirmar la disposición del organismo que dirige a cooperar en la medida de su capacidad.
Nada más conocerse la decisión del BCE, sobre la que mucho se especuló durante las últimas jornadas, la euforia se apoderó de los mercados. Para muestra, nada mejor que el botón de España, donde la prima de riesgo, que había abierto la jornada en los 515 puntos básicos cayó hasta los 447 puntos al cierre de la bolsa de Madrid.
El principal indicador bursátil de ese parqué, el Ibex 35 repuntó con fuerza y cerró con una ganancia del 4,91 por ciento, para escalar hasta los 7.862 puntos básicos, y la rentabilidad del bono español a 10 años en los mercados secundarios bajó del 6,45 por ciento al 6,03 por ciento.