(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – El Consejo Nacional de Transición (CNT) de Libia investigará las circunstancias en las que se produjo la muerte del líder libio, Muamar Gadafi, abatido el jueves en la ciudad de Sirte por las fuerzas rebeldes que desde hace ocho meses luchaban por derrocar al régimen.

Las distintas versiones aportadas por los sublevados hasta el momento resultan confusas y el CNT afirmó que se propone esclarecer el suceso. Unos indican que Gadafi fue capturado con vida, aunque con heridas provocadas por un bombardeo de aviones de la OTAN que evitó la huída del convoy que intentaba sacarlo de Sirte junto a varios miembros de su Gobierno y sus escoltas y que murió posteriormente.

En las imágenes tomadas por los propios rebeldes con teléfonos móviles y divulgadas por la cadena de televisión Al Yazira, se puede ver al líder libio herido, pero caminando mientras es conducido por sus captores, quienes aseguran que la muerte ocurrió cuando los efectivos que lo trasladaban sostuvieron un intercambio de disparos con fieles gadafistas y que en el combate Gadafi recibió varios impactos de bala.

Una tercera versión cobra fuerza, la de que los rebeldes golpearon al ex gobernante y que un joven insurgente de 18 años le colocó su pistola en la cabeza y le disparó. De hecho, en las imágenes divulgadas hasta el momento se aprecian heridas de bala en la sien y en el abdomen.

Esta hipótesis toma fuerza tras las imágenes difundidas por Al Yazira, en la que se ve a un combatiente que parece apuntar con su pistola al coronel, pero la mala calidad del vídeo hace que sea imposible saber si llegó a utilizar el arma. Luego las imágenes muestran a los rebeldes que obligan a Gadafi a subirse a un vehículo atestado de milicianos revolucionarios.

En un determinado momento se escucha también el grito de “dejadle vivo” y, cuando Gadafi no aparece en imagen, se escuchan varios disparos.

El cuerpo sin vida, comunicó Mahmud Jibril, primer ministro del Gobierno interino formado por el CNT, fue trasladado a la ciudad de Misrata, donde está siendo sometido a pruebas de ADN para determinar que se trata de Gadafi y las causas de la muerte, y posteriormente será enterrado en esa localidad, según la tradición musulmana.

“Confirmamos que todos los demonios, además de Gadafi, han desaparecido de este querido país”, afirmó Jibril en rueda de prensa, en la que aseguró que se investigará cómo se produjo la muerte, aunque respaldó la tesis de que todo se debió al tiroteo entre las fuerzas leales al nuevo Gobierno y simpatizantes del antiguo régimen.

“No opuso resistencia” cuando las fuerzas del CNT le localizaron en un conducto de aguas residuales, añadió. “Cuando comenzamos a trasladarle, fue alcanzado por una bala en su brazo derecho y, cuando lo dejamos en el camión, no tenía otras heridas”. Al ser encontrado, según uno de los rebeldes, suplicó: “¡No disparéis, no disparéis!”.

Una fuente del CNT reconoció que Gadafi murió cuando estaba bajo custodia de los sublevados y otro cargo de la propia institución que ha liderado el derrocamiento del régimen que durante 42 años gobernó Libia declaró a Reuters que “le capturaron vivo y, mientras estaba siendo trasladado, le golpearon y le mataron”. “Podría haber estado resistiéndose”.

De acuerdo con los líderes rebeldes, los restos de Gadafi fueron trasladados a un “lugar secreto” en la ciudad de Misrata por razones de seguridad. Al Yazira aseguró que el cadáver del coronel se encuentra en una mezquita y Al Arabiya informó que el CNT estudia enterrar al coronel libio en un lugar secreto.

Tal vez nunca se sabrá con exactitud si Gadafi se resistió, si había resultado herido horas antes por la OTAN o si fue uno de los combatientes quien le disparó, pues los nuevos líderes en Libia tienen un gran interés de mostrarlo como un cobarde que se escondía en un agujero al igual que lo hizo Sadam Hussein, detenido a finales de 2003 en Irak.

Si hubiera sido cazado vivo, Gadafi podría haberse enfrentado a un juicio ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) por ordenar el asesinato de civiles durante las casi cuatro décadas que gobernó el país norteafricano con mano de hierro.

Junto a Gadafi, de acuerdo con otros reportes, murieron también su quinto hijo, Mutasem, y su segundo vástago, Saif al Islam, que también estaba tratando de huir de Sirte, además de Abu Bakr Yunus Jabr, líder de las fuerzas armadas del régimen derrocado, y Moussa Ibrahim, portavoz de su Gobierno, y fueron capturados Abdullah al Senussi, ex jefe de los servicios secretos, y otros miembros del Gobierno depuesto.

Tras conocerse la noticia, multitud de personas salieron a las calles de Trípoli o Bengasi para celebrar con gritos, bailes y disparos al aire.

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