(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – Disparos del Ejército israelí causaron la muerte de al menos 14 palestinos que protestaron en la frontera de Israel con Siria y el Líbano y en Cisjordania y Gaza por la conmemoración del 63 aniversario de la fundación del Estado judío, conocido por los árabes como nakba, que condenó al exilio a muchos habitantes de Palestina.

Previendo que las revueltas que viven desde hace varios meses algunos países del mundo árabe alentaran a los manifestantes, el Gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, desplegó 10.000 soldados y policías en tres puntos de su frontera, que abrieron fuego para repeler a los miles de manifestantes que lanzaban piedras e intentaban cruzar los límites del país.

Medios de comunicación coincidieron en que la jornada se tornó muy violenta y que decenas de personas consiguieron incluso penetrar en el Golán, territorio sirio que Israel ocupa desde la guerra de 1967.

Según el Ejército libanés, 10 palestinos murieron cuando las fuerzas de seguridad israelíes les dispararon mientras lanzaban piedras cerca del Líbano, en tanto que más de 100 resultaron heridas en el tiroteo que tuvo lugar en el poblado limítrofe de Maroun al-Ras.

Algunas versiones indican que los primeros disparos fueron efectuados por el Ejército de Líbano, que intentaba disolver la protesta, y que luego dispararon también desde el otro lado los soldados israelíes. Militares de uno y otro lado se acusan de haber matado a los manifestantes.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Siria condenó lo que calificó como “actividades criminales” de Israel, pero desde Tel Aviv se culpó a Damasco de haber dado instrucciones a sus guardias fronterizos de no hacer nada por impedir que cientos de jóvenes se aproximaran a la valla y la rompieran a pedradas.

Las autoridades israelíes cargaron también contra el Gobierno de Irán, al que acusaron de inspirar la protesta y explotar el sentimiento nacionalista que han despertado las revueltas del mundo árabe, aunque Netanyahu dijo esperar que los enfrentamientos no fueran a más.

“Esperamos que la calma y quietud vuelvan rápidamente. Pero no se dejen engañar: estamos determinados a defender nuestras fronteras y soberanía”, subrayó el primer ministro.