Las protestas, extendidas pronto a otras ciudades del país, han dejado hasta el momento más de medio centenar de agentes policiales y 57 manifestantes, que según fuentes del servicio sanitario ascendían en total a 118, además de 41 detenidos por cargos de resistencia, devastación y uso indebido de armas, y según la empresa municipal Medio Ambiente Roma, los daños causados al mobiliario urbano superan el medio millón de euros.
La Via del Corso, la calle que se extiende a lo largo de todo el centro histórico, cerca de la oficina de Berlusconi y donde se encuentran algunas de las tiendas más elegantes de la ciudad, se convirtió en un calvario de humo, gases lacrimógenos y personas heridas.
"Mientras ellos hacen su pequeño juego en el Parlamento, nosotros nos dirigimos a la catástrofe. ¿Dónde está mi futuro? No me siento representado por este Gobierno", dijo a la agencia Reuters Marco, un estudiante universitario de 19 años.