Un reporte de la radio local precisó que cientos de hectáreas habían sido consumidas por el fuego, que aún no ha podido ser controlado, y que parte de la Universidad de Haifa, así como las zonas aledañas al bosque Carmel, un centro de detención de presos palestinos y una aldea drusa han sido evacuados.
Seis horas después del accidente, las llamas se habían propagado con rapidez, gracias a un viento de 30 kilómetros por hora y temperaturas superiores a los 30 grados, y habían consumido unas 600 hectáreas del bosque Carmel, lo que obligó a cortar numerosas carreteras, y, según testigos, habían borrado del mapa el kibutz de Beit Oren.