Después de una agotadora jornada de trabajo, los líderes del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC) se dieron tiempo para recuperar energía y participar en una histórica reunión festiva, donde no faltaron las comidas típicas, las bebidas, los postres exóticos y la música andina.
Esta fiesta privada, celebrada la noche del sábado, fue amenizada por el conocido saxofonista peruano Jean Pierre Magnet, el conjunto La Serenata de los Andes y La Gran Banda, que tocaron una variedad de melodías del amplio repertorio latinoamericano.
Los líderes encabezados por el presidente peruano Alan García bailaron huaynos, mambo, salsa y cumbia, entre otros ritmos musicales, que fueron disfrutados por los altos dignatarios provenientes de la región Asia-Pacífico.
Jean Pierre Magnet es un emblemático músico que ha logrado fusionar con éxito la música tradicional peruana en todas sus variantes, uniendo el huayno del centro, sur y norte peruano, y agradando a multitudes, porque rescata el espíritu de la música andina.
Famoso por sus conciertos al aire libre en antiguos templos incas, este artista fue contratado por los organizadores para poner la nota de diversión a las sobrias reuniones de los altos dignatarios que conforman este espacio de concertación comercial.
Como parte del programa cultural, los presidentes también probaron las bebidas tradicionales peruanas, entre las que destacó el Pisco de Chirimoya, conocido como “Divino Pecado”, que se sirvió durante la recepción festiva preparada por expertos en la materia.
Uno de los platos servidos para el deleite de los invitados fue el “Quinotto”, elaborado a base de la quinua -un milenario grano inca de alto valor proteico- por el chef de cocina internacional Gaston Acurio, quien estuvo a cargo de la elaboración del amplio menú.
Para atender a los exigentes comensales, que sumaban alrededor de 2.000 invitados, entre presidentes, jefes de Gobierno, ministros, altos funcionarios y empresarios, Acurio tuvo que a su mando a un batallón de 250 cocineros contratados exclusivamente para realizar este trabajo en el marco de la cumbre de altos dignatarios.
Un tubérculo completamente desconocido en la cocina occidental también fue la estrella de esta reunión, conocido por los indígenas amazónicos como "achira", que sirvió para sazonar el plato fuerte de trucha marinada.
Los esforzados cocineros, en su afán de sorprender a sus invitados, elaboraron postres originales, aprovechando la variedad de frutas exóticas que existe en este país, como la lúcuma, sauco y la maracuyá, cuya producción es abundante y barata en este país andino.
Entre los invitados que alabaron las delicias de la amplia cocina peruana se encontraban el presidente de Rusia, Dmitry Medvedev; de Estados Unidos, George Bush; de China, Hu Jintao, y el primer ministro japonés Taro Aso, para quienes la amplia variedad de platos, bebidas y postres fue la sorpresa agradable de la cumbre.
Después la reunión festiva, que sirvió para romper la tensión del arduo trabajo, los participantes reconfortados suscriben hoy la Declaración de Lima.