Miles de empleados de la compañía Guangdong Real Faith Enterprises Group disfrutan por estos días de una vida laboral más relajada, trabajando estrictamente 40 horas a la semana.

El fenómeno se debe a que la presidenta de la junta directiva, Liang Fengyi, decidió, a causa de la reducción en el número de pedidos, recortar las horas extras, como parte de la estrategia "tridimensional" de subsistencia de la empresa, que incluye también la conservación del dinero y la restructuración interna.

"Anteriormente, los empleados solían trabajar horas extras, ante el excesivo número de pedidos, por lo que yo tenía que pagarles una remuneración mayor", comenta.

No obstante, durante los últimos meses, las órdenes han caído un 30 por ciento, como consecuencia de la crisis financiera mundial.

"Por eso tuve que encontrar soluciones para sobrevivir. Normalmente, la carga de trabajo de los administradores y trabajadores era muy pesada, ya que teníamos que esforzarnos al máximo para luchar contra la competencia. Pero ahora podemos disfrutar de algo de tiempo libre", sostuvo.

A pesar de que la forma en que ha llegado ese tiempo libre no es la que la empresa hubiera deseado, es una de las acciones a las que las empresas chinas se han visto obligadas a recurrir para sobrevivir a la recesión del mercado internacional.

Guangdong Real Faith Enterprises Group es una firma privada situada en el distrito de Nanhai de la meridional provincia de Guangdong, y fabrica una variedad de productos, desde artefactos electrónicos hasta lámparas y piezas de metal.

La decisión de la ejecutiva ha hecho las cosas más fáciles para los trabajadores y ha logrado el propósito de reducir los costos. Sin embargo, la base principal de su confianza es la estrategia de conservar el capital y evitar el endeudamiento.

"De hecho, nuestra empresa invirtió más de un año en el desarrollo de lámparas tipo LED (Diodo Emisor de Luz) de alta calidad, las cuales originalmente planeaba empezar a producir a gran escala en el segundo semestre de este año", revela.

Las bombillas LED utilizan diodos emisores de luz como fuentes para generar la iluminación, en vez de los filamentos eléctricos utilizados en las bombillas tradicionales. Las lámparas LED cuentan con un gran potencial tanto en el mercado nacional como en el extranjero, ya que no sólo permiten ahorrar energía sino que también ayudan a la protección del medio ambiente.

"Pero, tengo que ser prudente y controlar mis ansias por ampliar la producción en un momento tan arriesgado (como el actual)", confesó, y añadió que, "para evitar los riesgos de la turbulencia financiera, las empresas privadas deben asegurar una cadena de capital segura".

La táctica de Liang es típica de las empresas privadas del delta del Río Perla. Según varios expertos consultados por Xinhua, las compañías privadas se ven menos afectadas por las condiciones financieras y de mercado del exterior que aquellas que operan con fondos extranjeros, ya que les resulta más fácil expandirse utilizando fondos internos en lugar de préstamos.

La tercera estrategia importante de la compañía en cuestión consiste en anticiparse a los cambios del mercado y modernizar a tiempo su estructura industrial.

"En 2006, decidí abandonar las industrias del calzado y el mobiliario a pesar de que aún generaban beneficios anuales por 100 millones de yuanes, pues no teníamos nuestras propias marcas y lo que hacíamos era fabricar productos para otras compañías. El margen de ganancias se hacía cada vez más estrecho, y me di cuenta de que si no cambiaba la estructura de la empresa, pronto empezaría a perder dinero", comenta.

Desde entonces, el grupo se enfoca en el desarrollo y producción de sus propios productos de alta tecnología.

"Cerrar esas dos alas fue muy doloroso, pero ahora me siento reivindicada, pues fui capaz de reestructurar mi compañía con anticipación a la crisis financiera. Mis productos son ahora más competitivos, y la empresa cuenta con una cadena de capital segura", señala, y remata: "Tengo plena confianza en que mi compañía sobrevivirá a la crisis". Fin