Los países de América Latina deberán aprovecharel Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC) para redefinir sus estrategias, reorientar algunas políticas y enfocar sus prioridades en temas que no habían considerado, estimó hoy la CEPAL.
El economista senior de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), René Hernández, agregó que en todo caso, la reunión de APEC la semana próxima en Lima, capital de Perú, debe ser una oportunidad para AL de enfocar sus prioridades y mitigar el impacto de la crisis financiera.
Hernández participó en el Foro Atracción de Inversión Extranjera Directa, Promoción de Exportaciones y el Desarrollo Exportador, en el Marco de las Alianzas Público-Privadas, que se realizó en la Ciudad de México, organizado en el marco del 60 aniversario de la CEPAL.
El economista salvadoreño dijo a Xinhua que la reunión de APEC es una oportunidad para AL para que aproveche las ventajas de la integración regional, y que la inserción a nuevos mercados es una oportunidad especialmente en las condiciones actuales de incertidumbre, de alta volatilidad y elevado riesgo.
Estas reuniones, dijo, ayudan a forjar consensos alrededor de ciertos temas que no se ven de la noche a la mañana, pero que son pasos iniciales para forjar esas iniciativas que toman tiempo crear.
Explicó que ante la crisis mundial, todos los países con menor crecimiento económico deben tratar de hacer uso de los famosos colchones de seguridad social, ya que en general, las crisis afectan la economía real y los empleos, y ésta es una variable de ajuste importante.
Para compensar la posible pérdida de empleos debe tenderse una red de seguridad social, de compensación que ayude a que los más vulnerables no se vean tan afectados ante una crisis.
Y ahí se puede pensar en estímulos que los gobiernos pueden implementar para paliar los efectos que la crisis trae.
Hace unos días, el Banco Mundial anunció un fondo de 100.000 millones de dólares que estarán a disposición de los países de América Latina que así lo requieran, y dijo que son soluciones que ayudan pero no resuelven el fondo, ya que los gobiernos tienen que hacer otros esfuerzos.
El economista comentó que las respuestas son diversas, porque los países son distintos, y naciones grandes como Brasil y México responden de una forma y los países chicos, como los centroamericanos y caribeños, responden de una manera diferente.
Al final, todo está en función de las políticas que cada país tiene en curso, de la holgura de las políticas fiscales que muchas veces en muchos países no permite todo lo que se quisiera, comentó.
También tiene que ver, añadió, con la voluntad de las estructuras de gobierno, de los privados, en hacer esfuerzos más conjuntos.
En general se percibe que la responsabilidad es solamente pública y hay esfuerzos privados que también son importantes, donde se tiene que pensar que para mantener la competitividad es necesario invertir en la gente, en su capacitación y educación y a futuro crecer de manera incluyente.
Acerca de la junta del G-20, dijo que levanta muchas expectativas y es una oportunidad para analizar el tema de la crisis financiera.
Comentó que los países de América Latina van a estar ahí desde una perspectiva latinoamericana que promete enfrentar algunas de las causas sistémicas de la crisis. Añadió que hay que recordar que la crisis fue originada en los países desarrollados y propagada después al resto del mundo, y eso ha llevado a muchos países a señalar de que es el momento de hacer reformas.
Y también de que es momento de ver la cooperación Norte Sur de una forma distinta y la cooperación sur-sur de una manera también diferente, aunque esto lleva todo un proceso de una revisión institucional, de las relaciones de los países desarrollados con los países en desarrollo.
Hernández comentó que esperamos que sea una reunión que arroje un conjunto de medidas que por lo menos hagan que la posibilidad de una nueva crisis no se vuelva a repetir en muchos años. Fin