China expresó hoy su gran descontento y resuelta oposición ante la decisión del consejo municipal de París de otorgar la ciudadanía honoraria al Dalai Lama.

"Esta acción interfiere groseramente en los asuntos internos de China y perjudica gravemente las relaciones sino-francesas, así como las actuales relaciones de amistad entre Beijing y París", dijo la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Jiang Yu, en una rueda de prensa.

El consejo municipal de París decidió con una votación llevada a cabo ayer lunes conceder la ciudadanía de honor al Dalai Lama, una propuesta presentada por el alcalde Bertrand Delanoe.

Jiang insistió en que el Tíbet es una parte inalienable de China y es un asunto interno de ese país asiático.

"China se opone firmemente a la intervención de cualquier nación o individuo en sus asuntos internos a través del uso del asunto del Dalai Lama", dijo la portavoz, y agregó que las palabras y las acciones del Dalai Lama en las últimas décadas demuestran que en realidad no es una figura religiosa sino un exiliado político dedicado a actividades separatistas bajo el disfraz de la religión.

La camarilla del Dalai Lama fue la organizadora, conspiradora e instigadora de los disturbios del 14 de marzo en Lhasa y otras zonas del país, afirmó Jiang.

La funcionaria sostuvo que en los últimos días algunas personas y medios de comunicación franceses, haciendo caso omiso de la realidad, han emitido reportajes y comentarios negativos contra China.

El incidente del ataque a la antorcha olímpica en París hirió severamente los sentimientos del pueblo chino y dañó las relaciones entre ambos países, dijo Jiang.

"La acción del consejo municipal de París se considera como otra severa provocación a los 1.300 millones de chinos, incluidos los tibetanos, y animará al Dalai Lama y los secesionistas tibetanos", aseguró la portavoz.

China exige a Francia tomar medidas efectivas para eliminar el impacto negativo, dejar de conspirar con y apoyar las actividades separatistas por la "independencia del Tíbet", abandonar su intervención en los asuntos internos chinos y salvaguardar las relaciones sino-francesas a través de sus acciones, dijo Jiang. Fin