El presidente de China, Hu Jintao, expresó hoy sus puntos de vista sobre los asuntos de Taiwan y el Tíbet a su homólogo de Estados Unidos, George W. Bush, durante una conversación telefónica, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores chino en un comunicado.
Durante las conversaciones, el presidente Hu expresó su aprecio a la postura estadounidense, reiterada en muchas ocasiones por Bush y por su administración, de que Estados Unidos se apega a la política de Una China, acata los tres comunicados conjuntos chino- estadounidenses, se opone a la "independencia de Taiwan" y a un referéndum sobre la integración de Taiwan a la Organización de las Naciones Unidas y a otras organizaciones internacionales, a las cuales sólo puedan integrarse países soberanos.
Hu también expresó el deseo de que los gobiernos chino y estadounidense continúen realizando esfuerzos conjuntos para garantizar la paz y estabilidad entre ambos lados del Estrecho de Taiwan.
La postura firme de China es que la parte continental china y Taiwan deben reanudar las consultas y conversaciones con base en "el consenso de 1992", que estipula que ambas partes reconocen que sólo existe una China, pero acuerdan diferir sobre su definición, dijo Hu.
Hu también expresó su expectativa de que la parte continental china y Taiwan realicen esfuerzos conjuntos y creen condiciones para acabar formalmente con su hostilidad a través de las consultas, alcancen un acuerdo de paz, construyan un marco para el desarrollo pacífico de las relaciones entre ambos lados del Estrecho y anuncien una nueva situación de las relaciones entre ambos lados del Estrecho.
Sobre los recientes disturbios en Lhasa, Hu dijo que de ninguna manera fueron "manifestaciones pacíficas" o actividades "no violentas", como afirmó la camarilla del Dalai Lama, sino crímenes graves y violentos no disfrazados.
Ningún gobierno responsable se limitaría a observar este tipo de crímenes violentos, los cuales violaron gravemente los derechos humanos, alteraron seriamente el orden social y pusieron en serio peligro la seguridad de la vida y propiedad públicas, agregó.
Hu dijo que la política del gobierno chino hacia el Dalai Lama es clara y firme, y que el gobierno chino siempre ha estado en contacto con la parte del Dalai con gran paciencia.
El presidente Hu reiteró la disposición del gobierno a continuar los contactos y consultas con el Dalai Lama, siempre y cuando abandone completamente la defensa de la "independencia del Tíbet" y cese sus actividades destinadas a separar a la patria, especialmente las actividades para incitar y tramar crímenes violentos en el Tíbet, así como en algunas otras regiones y deje de sabotear los próximos Juegos Olímpicos de Beijing y acepte que el Tíbet y Taiwan son partes inalienables de China.
Hu y Bush también intercambiaron puntos de vista sobre la cuestión nuclear de la Península Coreana y otros asuntos de interés mutuo. Fin