La medalla de oro que el Congreso estadounidense entregará mañana al Dalai Lama no afectará a la estabilidad del Tíbet, señaló hoy el presidente de esa región autónoma china, Qiangba Puncog.
"Apenas será una inyección de cardiotónico a las actividades secesionistas", indicó Qiangba Puncog a los periodistas en el XVII Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh), inaugurado el lunes en Beijing.
El Dalai Lama recibirá el miércoles una Medalla de Oro del Congreso estadounidense en Washington, la cual le será entregada en un acto al que, se dice, asistirá el presidente George W. Bush.
"Esa galardón no tendrá mucha influencia en el desarrollo estable del Tíbet", afirmó Qiangba Puncog, uno de los delegados del congreso del PCCh.
El Dalai Lama ha recibido docenas de galardones en Occidente, y se ha venido valiendo de su identidad especial para convertirse en el amuleto de ciertas personas, "esta no es la primera vez ni será la última, pero su influencia es muy limitada", añadió.
La entrega del galardón provocó hoy un debate en la delegación tibetana presente en el congreso del PCCh, abierto a la prensa china y extranjera.
El jefe del comité del PCCh en el Tíbet, Zhang Qingli, manifestó su indignación y descontento por la decisión del Congreso estadounidense.
"El Dalai Lama nunca ha dejado ni reducido sus actividades secesionistas tras abandonar China hace 48 años", recordó.
Las actividades del Dalai Lama no corresponden a su estatus de "líder espiritual", dijo Zhang, quien preguntó: "¿cómo una persona que no ama y además busca separar a su propio país, puede ser bienvenida e incluso recibir premios en algunos países? En realidad lo que hace es pisotear esos premios".
Los tibetanos han experimentado considerables mejoras en su nivel de vida durante las últimas décadas y conocen muy bien quién se preocupa en serio de su bienestar, indicó Zhang, agregando que "los tibetanos apoyan de todo corazón el PCCh, y que la voluntad del pueblo tibetano es bastante clara".
Qiangba Puncog afirmó que depende en gran parte del propio Dalai Lama y de su grupo la posibilidad de volver a China, lograr avances en su consulta con el gobierno chino, y hacer algo beneficioso para el pueblo tibetano.
"La política del gobierno central es consistente: la condición previa y el requisito fundamental para iniciar las consultas sobre el regreso del Dalai Lama consisten en que él abandone sus reclamaciones por la 'independencia del Tíbet' y las actividades secesionistas, y acepte que el Tíbet es una parte inalienable de China", aseveró.
"La 'independencia del Tíbet' es inaceptable, no importa si es una semi-independencia o una independencia disfrazada", sentenció el funcionario.
Qiangba Puncog indicó que el gobierno central chino ha mostrado la "máxima tolerancia" al conservar para el Dalai Lama un cargo de vicepresidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional (APN, máximo órgano legislativo chino) hasta 1964.
"El gobierno central nunca ha cerrado la puerta a las consultas y contactos con el Dalai Lama, aunque él hizo muchas cosas que minaban la estabilidad social del Tíbet", indicó.
Otro delegado levantó su dedo acusador contra los políticos estadounidenses, de quienes espera que adopten nuevas medidas que favorezcan las relaciones con China.
"Deseamos que los líderes estadounidenses dejen de actuar en contra de la amistad China-EEUU y del pueblo chino, y que dejen de interferir en los asuntos internos de China", defendió Ragdi, vicepresidente del Comité Permanente de la APN originario del Tíbet. Fin