El Indice de Precios al Consumidor (IPC) de China, el principal termómetro de la inflación, se elevó a una tasa interanual del 1,0 por ciento en enero, anunció ayer el Buró Nacional de Estadísticas.

La tasa de aumento fue 0,2 puntos porcentuales más baja que la del mes anterior.

En enero, el Indice de Precios al Productor (IPP), otro medidor de la inflación, pero al nivel de las ventas mayoristas, descendió un 3,3 por ciento. La tasa de reducción fue 2,2 puntos porcentuales más alta que la de diciembre de 2008.

El buró de estadísticas dijo también que en el mes pasado el IPC subió 0,7 por ciento en las áreas urbanas y 1,5 por ciento en las rurales.

Los precios de los alimentos, que equivalen a cerca de un tercio del IPC, se incrementaron en un 4,2 por ciento, mientras que los de las demás mercancías disminuyeron un 0,6 por ciento.

Los precios de la carne y sus derivados experimentaron una baja del 2,8 por ciento, al tiempo que los de las verduras frescas subieron un 19,6 por ciento, y los de los huevos lo hicieron en un 1,3 por ciento.

El IPC se elevó un 0,9 por ciento frente al nivel de diciembre pasado, con los precios de los alimentos incrementándose un 3,3 por ciento.

En términos del IPP, los precios de los materiales de producción bajaron un 4,4 por ciento en relación con el año anterior, pero los de artículos de consumo subieron un 0,1 por ciento.

Los precios de salida de fábrica del petróleo crudo descendieron un 49,9 por ciento, mientras que los del diésel bajaron un 4,8 por ciento y los de la gasolina y el queroseno subieron un 2,1 y 3,1 por ciento, respectivamente.

No obstante, los precios de fábrica de los productos carboníferos aumentaron un 22,7 por ciento, y los del carbón crudo se incrementaron en un 12,3 por ciento.