Hace dos meses, la drástica subida de los precios del arroz se expandió desde el sudeste de Asia a Norteamérica y grandes regiones de África. Sin embargo China, el mayor productor y consumidor de arroz del mundo, muestra una inmunidad notable.
Frente a la turbulencia tarifaria del básico grano a nivel global, sus precios en China permanecen estables, debido principalmente al Sistema de Responsabilidad del Gobernador para el “Saco de Arroz”, política aplicada por largo tiempo, así como a las medidas preferenciales para la fortificación agrícola y la mejor capacidad estatal en el macrocontrol de la producción de cereales.
La estabilidad de los precios del arroz se beneficia de la implementación de las políticas y orientaciones de significación trascendental sobre el sistema de responsabilidad del gobernador en esta materia, que ha surtido efectos evidentes en el suministro de granos y la prestación a la producción agrícola.
En la actualidad el arroz es el cereal más plantado en todo el país, que se ha convertido así en su mayor productor y consumidor en el planeta, con una superficie dedicada a cultivo de este alimento que equivale al 10% del total mundial, un poco menos que la India. El rendimiento por unidad es alto y la producción total se coloca en el primer puesto, con un 31%.
El arroz es una variedad sensible. Durante tres décadas de Reforma y Apertura, los precios en el mercado de cereales subieron y bajaron considerablemente en varias ocasiones, como consecuencia de la turbulencia de la oferta y demanda. Según Bao Kexin, gerente general de la Corporación de Administración de Cereales en Reserva, la población para la que el arroz constituye su alimento básico ha ascendido al 60%, mientras que el 86% de su rendimiento se dedica al consumo de la ración, registrando una estrecha relación con la vida cotidiana del pueblo. En los pasados 20 años el consumo del arroz en las ciudades y poblados chinos superó el 80%.
“Actualmente el comercio mundial de arroz representa sólo un sexto del total del consumo chino, lo que evidencia que el hecho de que China persista en el autoabastecimiento y autosuficiencia del grano y mantenga un almacenamiento mucho más alto que el nivel internacional tendrá un significado excepcional”, manifestó Bao.
La estabilidad fundamental de la “tarifa de granos” se beneficia de la política preferencial a la agricultura. Los datos de la Administración Estatal de Cereales de China arrojan que en la actualidad 158 millones de familias (más de 600 millones de habitantes rurales) se dedican al cultivo del alimento de marras, lo que representa el 64% del total nacional.
El arroz es la variedad de cereal más importante que afecta a la agricultura, el agro y el campesinado y también la fuente esencial de aumento del rendimiento para los agricultores de las zonas productoras, constituyendo un factor en bien de “la vigorización de la agricultura, la estabilidad del agro y el enriquecimiento del campesinado”.
Ha existido siempre la contradicción regional entre la oferta y la demanda del arroz. La zona nororiental del país, principal productora de este cultivo, contribuyó el año pasado con 20 millones de toneladas del grano. Debido a la restricción del transporte, después de la cosecha, los víveres no pudieron salir de la zona y su precio bajó. Hace poco el Estado fijó el precio mínimo de la adquisición del arroz en las provincias de Heilongjiang y Jilin y lo hizo de manera provisional en Liaoning, impidiendo la reducción de sus tarifas.
Bao Kexin afirmó que la adquisición protectiva del Estado convirtió la “venta obligatoria” de los campesinos en la “compra obligatoria” del Gobierno, subrayando la obligación de los primeros y la responsabilidad del segundo. Esta medida reflejó el cambio de las etapas de desarrollo económico y social del país.
A partir de 2005 la Corporación de Almacenamiento de Cereales de China ha llevado a cabo la adquisición protectiva en más de 10 de las principales provincias productoras de víveres, tales como el maíz y arroz glutinoso del nordeste, el trigo de las regiones de los ríos Amarillo y Huaihe, así como el arroz tempranero y tardío del sur, acumulando 92 millones de toneladas de granos.
Gracias a la implementación de este sistema y otras políticas complementarias, China puede enfrentar con aplomo el desafío de la subida global de los precios de los alimentos.
Por otra parte, un factor importante de la estabilidad tarifaria del arroz de China radica en la poca conexión del mercado doméstico con el internacional. El que el mayor productor de arroz del mundo sea el mismo consumidor determina que su precio no tenga vínculos con el mercado del sudeste asiático ni avance simultáneamente con el mundial como los cultivos oleaginosos y el aceite comestible.
En la actualidad el 60% del aceite vegetal demandado se cubre con el producto similar importado, por lo que el mercado interior se integra con el internacional. El mercado de futuros internacional afecta rápidamente el precio del aceite comestible del país. La cantidad importada de unas decenas de toneladas de arroz, empero, se pueden pasar por alto. “Todavía dominamos el poder de fijar los precios de arroz en el país”, dijo Liu Jingliang, responsable del Departamento de Información del Mercado de Venta de Cereales y Aceites al Mayoreo de Yuquanlu.
Pese a que China se mantiene tranquila ante la penuria mundial de los víveres, ello no significa que pueda dormir a piernas sueltas. La seguridad cerealera estatal se basa en la capacidad de producción y el entusiasmo del campesinado. Es sabido que la plantación de arroz requiere buenas condiciones de agua y suelo e infraestructuras adecuadas en el campo, por lo que debemos asegurar que 30 millones de hectáreas de cultivo de arroz de 120 millones de ha. de tierras de labranza no serán ocupadas, la última línea de base que se necesita defender.
Además, hay que dar suma importancia a los indicios de convertir dos cosechas en una y abandonar la tierra, resolviendo radicalmente los problemas de “alto rendimiento pero pobre distrito” y “la plantación de arroz se ve menos beneficiada que la búsqueda del trabajo en la ciudad”.