Las partículas en suspensión suponen también un dolor de cabeza en Beijing, donde alcanzan una densidad media de 141 microgramos.
En su estudio conjunto, el Banco Mundial y la administración ambiental china han llevado a cabo una investigación en la municipalidad suroccidental china de Chongqing, una de las regiones más contaminadas de China, y Shanghai, cuyos resultados indican que muchos ciudadanos estarían dispuestos a pagar para reducir los riesgos sanitarios ligados a la contaminación.
No obstante, Dollar indicó que la reducción de la contaminación puede ser una decisión eficiente en términos económicos, con la aplicación de medidas como el traslado de los centros de producción industrial fuera de las ciudades, el reemplazo de las calderas de carbón por tecnologías de gas natural, un aumento en la inversión estatal en transporte público y la limitación del uso de vehículos privados.
Frente a los desafíos de contaminación, el Banco Mundial reafirmó el compromiso de China con la resolución del problema. China ha dado prioridad a la protección ambiental en su XI Plan Quinquenal (2006-2010) y trata de fundar una sociedad sensibilizada con el ahorro de recursos.
China está dispuesta a mejorar su eficiencia energética para reducir el consumo energético en un 20% por unidad de PIB, reduciendo al mismo tiempo las emisiones de los principales agentes contaminantes en un 10% en el último lustro de la presente década.